Galicia 1 - Ferrari 0. Hace cinco años, el dueño de un negocio de compraventa de coches de Arteixo (A Coruña) fue denunciado por la marca de Maranello por violar los derechos de propiedad industrial. ¿El motivo? Perpetrar una réplica de un Ferrari F430 Scuderia.
Se le reclamaba nada menos que 2,1 millones de euros, pero un juez lo ha declarado inocente. Si bien Ferrari puede recurrir la sentencia, de momento se ha librado.
Ni era para venderlo, ni ha violado la propiedad intelectual
La réplica en cuestión del cavallino se asienta sobre un Ford Cougar, que sometió a modificaciones para que luciera como un Ferrari F430 a base de piezas de imitación y no pocos kilos de masilla.
A finales de octubre de 2018, este "Forrari F430" fue incautado por la Policía Local de Arteixo: lo detectaron por la matrícula, pues pertenecía a un Cougar. Tras concluir que se trataba una réplica y dado su propietario, lo incautaron determinando que el coche tenía como propósito ser vendido.
El caso fue notificado entonces a la firma de Maranello, que demandó al dueño de este negocio. Pero por ahora ha esquivado el millonario castigo.
La sentencia que acaba de ser publicada, y emitida por el juez Carlos Suárez-Mira del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña, ha dado la razón al acusado en base a dos argumentos fundamentalmente.
Primero, que no se puede probar que el coche fuera adquirido y modificado para venderlo a terceros. Además en el momento en el que fue requisado, el F430 Scuderia wannabe lucía pegatinas de este negocio de compra venta, por lo que ha concluido que se trata de un mero coche de gerencia y que su uso es por tanto privado.
Y segundo, porque violar la propiedad intelectual supone tener acceso a planos industriales de Ferrari, cosa que el juez rechaza de plano. "Difícilmente resultaría creíble" que el acusado "supiese ni una palabra de modelos o dibujos industriales de vehículos", recoge la sentencia que publican medios como El País.
"Menos sabrá aún que pueda existir un registro por parte de Ferrari de los componentes del Ferrari 430 Scuderia en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea".
Con esto en la mano, el juez ha concluido que no hay perjuicio alguno para Ferrari: "¿Va a perder la marca alguna venta de sus exclusivos vehículos por el hecho de que un vendedor de coches de segunda mano se pasee por Arteixo en un Ford Cougar que se parece a un Ferrari?".
Ferrari siempre muestra extremado celo con los derechos de propiedad intelectual de sus modelos, pero acaba de sufrir nueva derrota en esta batalla. También cayó en la lona hace tres años y a mucha mayor escala: las réplicas del Ferrari 250 GTO volvieron a ser legales tras perder un juicio por el mismo motivo contra el preparador Ares Design.
Si bien este legendario cavallino fue declarado obra de arte en 2019, lo que a la postre significaba que no podría volver a ser replicado, un año después la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea anuló dicha sentencia.
