El otro día desgranamos qué es eso de la conducción autónoma que hace un par de años nos soñaba a ciencia ficción y que hoy en día ya es una realidad con algunos vehículos siendo capaces de recorrer grandes distancias sin que ningún humano vaya a sus mandos. Y todo ello con la máxima eficiencia y la máxima seguridad.
Pero la conducción autónoma implica también algunos problemas que hemos visto y quizás, el más importante es cómo se ve este tema desde fuera, es decir, desde los actuales usuarios de la vía. Para ello hemos buscado tres enfoques bastante diferenciadores y que nos pueden dar una idea global de lo que nos podemos encontrar dentro de unos años. Estas personas, bloggers con gran experiencia en el sector de la seguridad vial, motocicletas y competición, nos darán su propio punto de vista para algo que, en palabra de unos de ellos, no es que llegue, es que ya está aquiii….
La conducción autónoma y la Seguridad Vial: Josep Camós
Josep Camós es actualmente el coordinador de Circula Seguro, el decano de los blogs en España sobre Educación Vial. Y con tanta experiencia que lleva acumulada, nadie mejor que él para darnos su particular punto de vista sobre los pros y contras de la conducción autónoma.
Reconoce que hay que ir asumiendo su llegada y no se posiciona ni a favor ni en contra pero cree que su introducción tiene que ser paulatina y de forma escalonada en todos los aspectos. Es una realidad que los vehículos llegan al mercado cada vez con un mayor alarde tecnológico en dispositivos de ayuda al conductor y a la conducción pero no siempre funcionan todo lo bien que deberían. Esa necesidad de adelantarse a la competencia no está dando todo el buen resultado que debería.
Lo mismo ocurre con la conducción autónoma. No es poner vehículos en la vía que sean capaces de desplazarse ellos solos sino que toda la vía tiene que estar interconectada de forma que puedan operar en conjunto, anticiparse a las situaciones de peligro y reaccionar de forma correcta. Por supuesto la gran ventaja es la disminución de los accidentes ya que si somos responsables de entre el 70 y el 90% de los accidentes, pues blanco y en botella.
La conducción autónoma y los motoristas: equipo editorial de Motorpasión Moto
Vayamos ahora a otro punto de vista diferente: el de las motocicletas. Y para ello hemos contado con la ayuda del equipo editorial de Motorpasión Moto, uno de los blogs de referencia en castellano.
El vehículo de cuatro ruedas ya es capaz de rodar por si mismo pero, ¿qué pasa con las motocicletas? Aquí esto es mucho más complicado, ya no por la propia física de la moto sino porque conducirla es algo físico, pasional, que en muchos casos se hace por disfrute y, ¿qué hay de divertido que una moto te lleve del punto A al B de la forma más eficiente posible? ¿Qué hay de salir de ruta con los amigos, sin destino, por el mero hecho de darse una vuelta?
Y aquí es donde radica el problema ya que el factor humano no se elimina de la ecuación al convivir vehículos inteligentes con motos pilotadas por gente que comete errores. ¿Se crea un entorno seguro? Sí pero no para todos los usuarios de la vía porque aunque los motoristas puedan dormir más tranquilos ya que eliminan al culpable de la mayoría de sus accidentes, los coches, ellos siguen en clara desventaja.
Otra desventaja es la pérdida de su movilidad frente a los coches. Actualmente son capaces de desplazarse mucho más rápido por su tamaño y agilidad. Pero si eliminamos al conductor de los coches, estos ya no crearan atascos, o mejor dicho, harán los atascos más eficientes por lo que los desplazamientos se optimizarían. La moto ya solo contaría con la ventaja de poder aparcar en las proximidades del destino. Y es que un enjambre de motos adelantando al coche por todos lados serían capaces de saturar de estímulos y colgar al sistema informático más sofisticado.
La conducción autónoma y la competición: Igor Zamorano
Igor Zamorano coordina el equipo editorial de Motorpasión F1, otro de los blogs que se ha posicionado como una de las citas ineludibles para estar al corriente de todo lo que se cuece en el mundo de la competición de las cuatro ruedas.
Por supuesto lo ve como una ventaja por el descenso en los accidentes y las mejoras en la comunicación y en la efectividad del transporte. ¿Qué es un sacrilegio porque se pierde lo pasional que no es otra cosa que poder conducir? Por supuesto pero incluso sería un precio que se podría pagar por la seguridad de todos.
Pero desde el punto de vista de la competición es algo que, para él, no cuajaría. ¿Qué tiene de excitante ver varias marcas con vehículos perfectos, electrónicamente insuperables que compiten por llegar el primero sin que hayan cometido ningún error?. Únicamente valorando cuán adelantado es su equipo de ingenieros y eficaz sus sistemas electrónicos.
Lo bonito de la competición es el factor humano, el que hace las declaraciones, el que sufre la presión del contrario, el que se emociona al vencer, el que se enfada al perder, el que descorcha el champán en el pódium…
