El Toyota Prius se ha ganado a pulso ser considerado el coche híbrido más conocido del planeta. Este que probamos es la tercera generación del modelo, que hizo su primera aparición en 1997, aunque en España tardamos un poco más en conocerlo. Si de la segunda generación se vendieron ya bastantes unidades, del de tercera generación se han vendido muchos más.
De hecho su equilibrio global entre tamaño, prestaciones, consumo, funcionamiento y fiabilidad han hecho que sea un coche bastante extendido dentro del sector del taxi. Sin duda, para quien tenga que conducir muchas horas y muchos kilómetros, una gran parte por ciudad, y además necesite un consumo ajustado, son dos bazas muy importantes la promesa de un motor que gaste poco y el cambio automático. ¿Será verdad todo lo que promete? Lo hemos probado durante unos días para saberlo.
Toyota Prius: el híbrido veterano
El Toyota Prius es un coche con experiencia a sus espaldas. La tercera generación se presentó en 2009. Esta que tenemos con nosotros ha experimentado ya un ligero restyling a finales de 2011. En el horizonte comienza a hablarse de las fechas de llegada de la cuarta generación: podría presentarse a finales de 2015, si no hay retrasos, y podría ponerse a la venta quizás en la segunda mitad del año 2016.
Aún así no es mal momento para seguir considerando la compra del Prius III, y si no que se lo digan a los que se compraron un Prius II en su momento, y siguen bastante contentos con su compra. Eso, por no hablar además de que suele conseguirse un precio de compra tanto más interesante para esos coches que se van.
Lo cierto es que el hecho de que el Prius lleve con nosotros varios años hace que tenga un aspecto veterano. Hasta incluso nos hemos ido acostumbrado a su diseño de gota de agua donde prima la aerodinámica. Si uno se para a observar el coche desde diferentes ángulos, encontrará múltiples detalles pensados para mejorar este apartado y conseguir un mejor coeficiente aerodinámico, de tan solo 0,25.
Y esto es algo que debería mucho más presente en muchos más coches, aunque como consumidores nuestra costumbre con respecto a los diseños y estética sea un tanto resistente al cambio. A mejor aerodinámica (y a menor peso), mejores son las prestaciones de un automóvil y menor es el consumo.
El Toyota Prius es una berlina un poco atípica de cinco plazas y cinco puertas, mide 4,48 m de largo, casi 1,51 m de alto y casi 1,75 m de ancho. Entendida la razón de ser detrás de su diseño, y las soluciones técnicas aplicadas, se puede ver la belleza de una silueta que tal vez a primera vista algunas personas no sean capaces de valorar.
Interior cómodo, pero sin grandes lujos
Si el Toyota Prius, aún siendo veterano, puede transmitir cierta sensación de coche futurista desde fuera, mayor es esa sensación al acceder al interior. El diseño del salpicadero es muy diferente a lo que podríamos considerar convencional. Destaca el cuadro de instrumentos digital en el centro del mismo y la consola central, y su prologanción, muy elevada y tendida, que deja muy a mano los mandos y la palanca de cambio.
Los años no pasan en balde y si ahora se empiezan a poner de moda los cuadros de instrumentos digitales a color, el del Prius sigue siendo monocromático, con tres tonos de verde más el rojo. Yo le encuentro cierto encanto retro (será que me recuerda a cierta vídeoconsola de bolsillo de cuando era niño), y por encima de todo prima el hecho de que se puede ver muy bien y con claridad.
La parte izquierda del cuadro de instrumentos se destina al velocímetro y la información habitual para conducir (combustible, chivatos, etc), mientras que la parte derecha es la computadora de a bordo, que puede mostar gráficos del funcionamiento del sistema híbrido, o históricos de consumo.
Además hay un pequeño sistema de HUD, Head-Up Display, que proyecta la velocidad, o algún otro dato, directamente sobre el parabrisas, por delante del volante. Se ve muy bien incluso aunque haya mucho sol, y resulta muy práctico.
El salpicadero tiene varias texturas y colores, pero en todo caso siempre es de material duro. La textura es particular, diferente a las convencionales que imitan al cuero. El ajuste y aspecto es correcto, sin ser lujoso, siendo quizás la consola central la más cuidada. El tacto de los botones también es correcto.
Donde el material plástico de recubrimiento es menos aparente, e incluso puede dar sensación de ser más pobre para un coche de este tipo, es en el revestimiento interior de las puertas. Sería bueno que este punto mejorase.
Los asientos delanteros son cómodos, aunque de respaldo duro. Aportan una sujeción lateral intermedia y el del conductor es regulable en altura y también tiene regulación lumbar. La altura al techo no presenta problemas y la anchura es suficiente, aunque con la consola central bastante ancha, el conductor puede tener la sensación de ir con las piernas un poco encajonadas.
Entre ambos asientos delanteros hay un reposabrazos central con un hueco para guardar objetos. Resulta duro, pues aunque está tapizado no dispone de ningún acolchado, y por su diseño y dimensiones, al menos en mi caso, no me ha resultado muy cómodo.
En las plazas posteriores también hay bastante espacio, las piernas van cómodas e incluso se puede utilizar la plaza central, aunque la altura libre al techo es algo justa (pero no presenta problemas para quien mida aproximadamente hasta 1,80 m de alto).
Gracias al portón y a la lona enrollable que lo cubre, la accesibilidad al maletero del Toyota Prius es sobresaliente. El maletero es correcto, de 445 litros de capacidad. Cuenta con un doble fondo que no está tapizado. Debajo hay una rueda de repuesto de emergencia.
Los respaldos de los asientos posteriores son abatibles en dos partes desiguales y quedan prácticamente enrasados con el suelo del maletero. La barra con la lona enrollable cubremaletero se puede desmontar y esconder en el doble fondo, para que no moleste.
Toyota Prius 'Advance', equipamiento
La versión que hemos probado es la denominada Advance. El Prius está disponible en tres versiones de acabado y equipamiento diferentes, siendo la Advance la intermedia.
De serie viene con 7 airbags, control de estabilidad y tracción, dirección asistida variable, elevalunas eléctricos en las cuatro puertas, asistente para arranque en pendiente, faros antiniebla, luz de circulación diurna LED, espejos retrovisores de plegado eléctrico, control de velocidad de crucero, HUD, sistema multimedia con pantalla táctil de 6,1 pulgadas y manos libres bluetooth para el teléfono, climatizador automático, volante forrado en cuero con mandos y asientos con tapicería mixta de tela y cuero... entre otras cosas.
La unidad probada contaba además con tres extras. Por un lado la pintura blanco efecto perla, que le queda muy bien. Después el pack Advance (por 1.000 euros), que incluye unas bonitas llantas de aleación de 17 pulgadas y los faros con luz de cruce LED, que dan una luz muy blanca, e incluso un poco mejor que los faros de xenón, y que hemos podido comprobar que iluminan muy bien la carretera. Y para terminar el módulo de navegación GPS para el sistema multimedia (Toyota Touch and Go).
El precio de esta unidad, con este equipamiento opcional, es de 25.125 euros, incluidas las promociones vigentes y también el importe correspondiente al plan PIVE. Hay una versión más sencilla a partir de 22.600 euros.
No dejes de leer la segunda parte, en la que hablaremos de la conducción y consumo. Este es el punto fuerte del Toyota Prius.
Continuará...