Nos ponemos a los mandos de un todoterreno de verdad de los que ya pocos quedan y que, además, permite circular por vías rápidas a ritmos legales con un confort de marcha impecable. Hablamos del Toyota Land Cruiser. Un vehículo que cumple satisfactoriamente con sus clientes, tanto en condiciones muy complicadas fuera del asfalto como en largos viajes.
El Toyota Land Cruiser lleva más de 60 años dando guerra, desafiando a la naturaleza y siendo uno de los mejores todoterrenos del mercado en cada una de sus generaciones. En el último trimestre del pasado año Toyota presentaba una nueva actualización del modelo en la que cambiaba ligeramente su diseño y lo convertía en un vehículo menos contaminante y ahorrador.
La unidad que probamos corresponde al acabado VX con el paquete de equipamiento Kirari Plus. Por su motorización 2.8 D4-D de cuatro cilindros con 177 caballos y el cambio automático, se denomina comercialmente como Toyota Land Cruiser 180D VX Auto.
Exterior
Aunque han pasado muchos años desde los primeros Land Cruiser, el modelo actual mantiene la misma esencia en su diseño, aunque complementada por otro ingrediente, la elegancia. La imagen del frontal nos hace ver con sus grandes dimensiones y sus formas abultadas que es un coche robusto, fuerte, duro, fiable. El caso es que acierta de lleno, transmitiendo en esta vista lo que realmente es el todotorreno de Toyota. Esto se multiplica aún más al fijarnos en la distancia al suelo del robusto paragolpes y en la altura a la que se encuentra el techo.
Decíamos que era elegante. Claro que lo es. Ese toque de elegancia en el frontal lo ponen los detalles cromados que bordean la parrilla y sus cinco franjas verticales, además de unos faros de grandes dimensiones y estilizados que se integran perfectamente en la carrocería veamos el coche de frontal, de perfil o desde una vista lateral. Esto es lo que más cambia a nivel estético de los antiguos Land Cruiser, ya que los actuales quedan bien tanto para ir circular por campo a través como para ir a una buena cena en el centro de cualquier capital europea.
Lateralmente, uno de los aspectos que más destaca nuevamente es su altura total, que supera el 1,80, mientras que la altura libre al suelo es de 215 mm. La longitud total del conjunto tampoco pasa desapercibida con sus 4,78 metros en esta carrocería de 5 puertas. Aquí la robustez continúa presente con unos abultados pasos de rueda y un marcado nervio, que los comunica en la parte baja de las puertas pasando también por las manillas traseras y muriendo finalmente a la altura de los pilotos posteriores. Para facilitar el acceso cuenta con una plataforma a la altura del estribo.
Su zaga es más sobria que el frontal, pese a que en la parte superior nos encontramos con un alerón que aporta un toque de dinamismo al conjunto. En la trasera nos topamos con unas líneas más horizontales, mientras que en el frontal teníamos tanto líneas horizontales como verticales.
Para acceder al maletero podemos hacerlo de dos formas diferentes: bien abriendo la tapa al completo, cuyo movimiento se realiza de forma lateral pivotando sobre el lado derecho, o bien elevando de forma tradicional únicamente la luneta. A media altura y en los laterales nos topamos con unos pilotos de luces que cambian su diseño respecto a la anterior generación, pero no su forma. Ahora utilizan tanto el color blanco como el rojo en su carcasa dando una notable imagen de cambio.
El paragolpes tiene una forma con mucha altura en los laterales llegando hasta los pilotos y en la zona central se estrecha para dejar espacio al portón. En esta zona central encontramos una protección extra para posibles golpes fuera del asfalto y unos catadióptricos a cada uno de los lados.
Interior
Pese a su gran altura que ya te hemos citado anteriormente, la operación de entrar al habitáculo no es tan complicada como puede parecer. Al menos en las dos filas primeras filas de asientos. Para facilitar el acceso tenemos el estribo que antes mencionábamos y unos más que útiles agarradores ubicados en el interior, justo en el pilar A, que no molestan para nada durante la conducción.
Nuestra unidad cuenta con asientos de cuero en color beige, que son tan cómodos (aunque apenas existe sujeción lateral) como atractivos visualmente y, además, se combinan con los tapizados de las puertas en el mismo color. A diferencia de otros modelos de la marca, el interior presume de seriedad, aunque no por ello significa que sea anticuado. Los materiales son acolchados en prácticamente toda la superficie y no aparecen los típicos grillos al presionar o circular por superficies irregulares; lo que es síntoma de un ajuste de calidad.
En la zona central del salpicadero encontramos, de arriba hacia abajo, las salidas de aireación, una pantalla táctil de 7 pulgadas a través de la que se controla el audio y todo el sistema de infoentretenimiento Toyota Touch 2 & Go, un panel para manejar el climatizador bizona y más abajo un generoso hueco portaobjetos con tapa donde podemos vaciar nuestros bolsillos cómodamente. En la parte más baja nos encontramos con varios mandos para gestionar el bloqueo del diferencial, la reductora y el control de descensos.
Nos ha gustado el hecho de disponer con múltiples y grandes compartimentos portaobjetos ubicados por todas las partes del habitáculo, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. El más generoso de todos se encuentra bajo el reposabrazos central delantero, que es regulable longitudinalmente. En él, nos cabe una cámara de fotos dentro de su mochilita y dos botellas de agua de medio litro. Un punto muy a su favor es que además está refrigerado.
El cuadro de relojes cuenta con dos grandes diales, el izquierdo nos informa de las revoluciones del motor y el derecho muestra la velocidad del vehículo. En su parte inferior aparecen representados la temperatura del motor y el nivel de combustible. Entre las dos esferas tiene lugar una pequeña pantalla, que nuestro caso es monocromática, donde se muestran distintas informaciones de viaje, así como cuentakilómetros parciales, consumos, etc. De forma opcional existe otra pantalla a color con una información más completa.
Dejando a un lado las plazas delanteras nos pasamos a las traseras, mejor dicho, a las intermedias; ya que esta unidad cuenta con 7 plazas. La segunda fila de asientos ofrece un gran confort y espacio en todas sus cotas. Incluso la plaza central que, aunque no es tan cómoda como las de los extremos principalmente por la mayor dureza del respaldo, no llega a resultar incómoda. Esta fila de asientos permite regulación longitudinal además de poder variar la inclinación de los asientos. En ambos casos las regulaciones se realizan en dos mitades (60:40).
La tercera fila de asientos se encuentra “guardada” bajo el piso del maletero. Tirando de una trampilla extraemos el respaldo y de otra el asiento. El acceso a estas plazas se realiza desde el lado derecho. Una palanca en la parte baja de la segunda fila, abate estos hacia delante y nos dejan paso. No es tarea fácil para una persona poco ágil, pero una vez en ellas, sorprende su habitabilidad. Obviamente aquí no tenemos el mismo confort que en la segunda fila y la altura del piso nos hace ir con las rodillas muy elevadas, pero son más que aceptables. Una lástima que no cuenten con sistemas Isofix.
Si en el habitáculo hablamos de un gran volumen en los huecos portaobjetos, el maletero no iba a ser menos. Cuenta con una capacidad de 553 litros con 5 plazas hasta el estor que cubre el equipaje y, aunque es un gran volumen, podría ser algo mayor teniendo en cuenta las dimensiones exteriores de la carrocería. Si plegamos las dos filas traseras, la capacidad de carga asciende hasta nada menos que 1.883 litros con un suelo totalmente enrasado. Por el contrario, si tenemos las 7 plazas desplegadas, el volumen disminuye hasta la pequeña cifra de 104 litros.
Equipamiento
Entre el equipamiento de serie en el Toyota Land Cruiser con este acabado intermedio VX, podemos destacar 7 airbags, asistente de arranque en pendiente, el bloqueo del diferencial central y la reductora, control automático de descensos, cámara de visión trasera, varias tomas de corriente siendo una de ellas un enchufe de 220V, control de crucero y entrada y arranque sin llaves entre otros.
El paquete Kirari Plus suma a lo anterior iluminación LED para las luces diurnas y de cruce, lavafaros, la tapicería de piel, el navegador Touch2 & Go, múltiples opciones de conectividad y distintas aplicaciones, reconocimiento de voz y la importante llamada de asistencia.
Este paquete Kirari Plus, que sólo está disponible en los Land Cruiser de 5 puertas, tiene un precio de 2.300 euros. Puede ser una opción muy recomendable, aunque depende en gran medida de los gustos del comprador, ya que no a todo el mundo le gusta el cuero beige ni le da la misma importancia a la conectividad y a los sistemas de navegación.
El precio de partida del Toyota Land Cruiser 180D Auto sin incluir ningún extra es de 49.100 euros. Sumados al paquete Kirari Plus y a la pintura metalizada Azul Abisal y aplicando los descuentos y promociones en el momento de esta prueba, la unidad probada tiene un precio total de 52.125 euros.
