Campan a sus anchas por el continente africano, son utilizadas como vehículo de carga para las travesías en la Antártida y capaces de subir pendientes imposibles para llevar científicos al cráter de un volcán que deben estudiar. Desde una discreta posición alejada de las cámaras y los periodistas la Toyota Hilux cumple ya 40 años. Cuatro décadas en las que nunca dio su brazo a torcer y sirvió fiel a sus propósitos con apariciones en la pequeña y gran pantalla.
Todo nace de un pacto entre Hino Motors y Toyota con el que este último utilizaría la tecnología y modelos de la gama Briska de Hino Motors mejorando alguna de sus características. De este modo Toyota comercializa el bisabuelo de la Hilux, la Toyota Briska (N10), en 1967. Un año más tarde el modelo recibía un lavado de cara interior y exterior de la mano de Toyota, aunque es construida por Hino Motors. Formó parte de la gama de pick-ups de la compañía junto a la Corona y la Masterline, con la diferencia de que la Hilux (high luxury) montaba un chasis distinto que la diferenciaba de sus hermanas de corte más “turismo”. Era una pick-up versátil y funcional que en Estados Unidos se denominó durante varios años como “Toyota Truck” para evitar cualquier confusión.
Durante su segunda generación la Hilux llegó a montar un propulsor de 2.2 litros, un tamaño que adoptaron durante la siguiente década. Porque al entrar en los 80, a pesar de ser un vehículo fabricado en Japón, cubría todas las necesidades de la sociedad estadounidense. Un producto nacido en Japón pero criado en Estados Unidos. Su interior se hizo más cómodo, llegando incluso a las cuatro puertas, montaron frenos de disco como equipamiento de serie y dieron la bienvenida a la tracción a las cuatro ruedas. Esta pick-up dejaba de ser un vehículo comercial para adaptarse a la doble finalidad: pasajeros y trabajo.
Con su tracción trasera se convirtió en lo que todo joven americano quería tener. Con la Hilux podía ir al instituto, recoger a su novia para ir a bailar, salir de excursión o llevarse el equipo y la tabla de surf a la playa más cercana. La cuarta generación fue la que apareció con regularidad en Los Vigilantes de la Playa y la que se convertía en la señal de éxito de Marty McFly.
Fue además el modelo que hace años utilizó el programa de la BBC, Top Gear, para someterlo a la más duras de las pruebas que se hayan llevado a cabo jamás:
Durante las siguientes décadas la Hilux tuvo que hacer frente la competencia por lo que se comenzó a ofrecer acabados totalmente distintos en colaboración con compañías americanas. De las modificaciones y desarrollo de la Trekker –a cargo de Winnebago– nacióla Surf/4Runner, denominada así en Japón y Estados Unidos. Con motores de hasta 3 litros la Surf/4Runner se convertía en un vehículo de excelentes cualidades todoterreno.
La Hilux tal y como la conocemos a día de hoy data de la quinta generación. Desde entonces y hasta la actualidad se ha trabajado en mejorar su rendimiento y prestaciones sin perder el espíritu invencible que le ha valido la fama de indestructible. De hecho su última edición es la protagonista de la expedición más larga del mundo en la Antártida (30.000km) y ha estado rodando a pocos metros de la lava de un volcán.