Más o menos todos tenemos en la cabeza las imágenes de la fabricación de un automóvil, ya sea por algún documental que hayamos visto o por algún libro que hubiese caído en nuestras manos. Desde la estampación en las prensas de las primeras piezas hasta el tratamiento de la carrocería, el ensamblaje o las inspecciones finales.
Pero este es solamente la parte final si consideramos que todo ha tenido origen mucho antes y en ello se han visto implicadas un montón de ingenieros que han decidido desde cuál es el vehículo que podría demandar el mercado hasta sus formas exteriores o interiores.
Pero un diseño implica muchos más factores en los que puede que ni hayamos pensado. ¿Qué materiales usamos? ¿Qué tipo de piel, plástico o tela? ¿Está la ergonomía lograda? ¿Hay suficientes huecos o se deben crear otros nuevos? ¿Tipo de iluminación?
Y casi tan importante, detalles como la acústica, tanto a nivel de insonorización como lo contrario, de que los sonidos que se permita que lleguen al interior o que emite los reproductores de sonido del vehículo lo hagan con calidad.
Incluso la resistencia de los materiales. Un asiento, al que accederemos miles de veces en la vida de nuestro automóvil o el pomo de la palanca de cambios, que usaremos todavía más, millones de veces. Millones de manos diferentes, cientos de formas diferentes de usarlas...
Profesionales como los que podéis ver en el vídeo, que trabajan en el Toyota Technical Center, el principal centro técnico para el desarrollo de automóviles fuera de Japón y que tiene sus sedes en Michigan y California. Muchas pruebas y muchas horas de trabajo para que podamos disfrutar plenamente de nuestros vehículos.