Si tenemos en cuenta que los híbridos enchufables ya están aquí, conviene que empecemos a plantearnos de verdad cómo será nuestro día a día con un vehículo de estas características, que aprovecha lo mejor de un eficiente motor de gasolina con la gran autonomía del modo eléctrico que incorpora el Prius Plug-in, por ejemplo.
De hecho, el PHEV, que es el nombre técnico del híbrido enchufable por las siglas de Plug-in Hybrid Electric Vehicle, incorpora la posibilidad de recargar las baterías con un simple cable para disponer de mayor autonomía y huir aún más del temido síndrome de ansiedad de rango, que es la versión eléctrica de la ansiedad de ir en reserva y no llegar propia de los motores térmicos.
Pero, ¿dónde se puede recargar realmente un híbrido enchufable?
Recargar un híbrido enchufable en casa o en el trabajo
Es una opción. Más de un conductor guarda su coche en un parking durante toda una noche o durante toda una jornada laboral, y ahí existe la posibilidad de conectar el vehículo a la red eléctrica para dejarlo al 100 % de su capacidad eléctrica. Además, la toma eléctrica que incorpora el Prius PHEV es de tipo doméstico, como la de un electrodoméstico más.
Sin embargo, hay que considerar un par de aspectos: el primero es que la carga completa de las baterías difícilmente va a ser una obligación en un vehículo híbrido, ya siempre se puede emplear la gasolina del depósito con un mínimo consumo de 2,2 l/100 km, y es que no podemos perder de vista que un híbrido no presenta el problema de un 100 % eléctrico, que depende, también al 100 %, de la carga de las baterías.
El segundo es la demanda energética necesaria para cargar por completo las baterías de un vehículo, y esto vale igual para los híbridos que para los eléctricos, aunque la demanda de un híbrido enchufable como el Prius es discreta: puede recargar por completo sus baterías de 5,2 kWh en sólo una hora y media empleando una potencia de algo menos de 3,5 kW. No es mucho, pero varios coches recargando a la vez en un mismo barrio pueden llegar a dar problemas de suministro si no se refuerzan las líneas actuales.
Recargar un híbrido enchufable en una electrolinera
Los lugares públicos de recarga tanto para vehículos 100 % eléctricos como para híbridos enchufables se están abriendo paso ya en los diferentes países que cuentan con la electricidad como energía para la movilidad. En España desde 2009 se promueve la instalación de electrolineras dentro del programa Movele del IDAE, y seguramente este será el camino de los híbridos enchufables y también de los 100 % eléctricos.
Las electrolineras, ya sea como establecimiento similar a una gasolinera o bien con la forma de un poste eléctrico situado en un parking público o privado, como el japonés G-Station, son instalaciones creadas específicamente para la recarga de las baterías, y eso comprende no sólo el emplazamiento sino también la planificación de la red eléctrica para dar cobertura sin problemas a esta creciente demanda.
El tiempo empleado tampoco es un inconveniente. Al fin y al cabo, los vehículos híbridos enchufables pueden ir tirando con las baterías cargadas a medias, y eso agiliza aún más el tiempo necesario para la recarga, de manera que el paso por una electrolinera puede ser equiparable al que empleamos en repostar con los motores térmicos.
De todas maneras, un Prius enchufable no deja de ser un vehículo híbrido que tiene en su haber más de 200.000 millones de kilómetros recorridos por todo el mundo al que ahora se le añade un conector para hacerle la vida más fácil al conductor. Pero si de la recarga por enchufe tenemos que hacer un quebradero de cabeza... apaga y vámonos.