Con la llegada el próximo junio de la nueva generación del Lexus IS, la marca premium japonesa de Toyota ha dicho adiós a los motores diésel en su gama. En la anterior generación del IS se mantenía en venta una versión diésel, el Lexus IS 200d, con 150 CV. En su lugar apuesta por los híbridos.
En un principio, en España, el único modelo IS a la venta será híbrido, el Lexus IS 300h con 226 CV (y 4,3 l/100 km de consumo combinado), pero un poco más adelante llegarán también versiones de gasolina V6 (IS 250 e IS 350).
En todos los modelos de la marca, salvo el exclusivo superdeportivo Lexus LFA, hay una versión con motor híbrido de gasolina, desde los 136 CV del más pequeño CT 200h, hasta los 445 CV del LS 600h, y en algunos, el IS y el GS, también hay versión convencional V6 de gasolina, pero nada de gasóleo.
Que una marca de automóviles decida no vender ningún coche diésel, ni siquiera en mercados donde estos gustan y se venden muy bien, como es el caso de Europa, no deja de suponer una apuesta con cierto riesgo, aunque decidida.
Lexus argumenta que a cambio todos sus modelos tienen muy bajas emisiones de óxidos de nitrógeno y de partículas, sustancias demostradas nocivas para la salud, y que con motorizaciones híbridas se consiguen consumos de diésel, pero con gasolina.
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