Ya sabíamos que la familia del Niro seguiría creciendo, y ahora llega el tercero en discordia, la versión completamente eléctrica, que ha sido presentada en el Salón de Busan 2018. El Kia Niro EV viene a sumarse a la gama, formada por el Kia Niro híbrido y el Kia Niro PHEV. Su comercialización empezará en Corea del Sur en la segunda mitad de 2018, aunque su desembarco en los concesionarios europeos tendrá lugar "a su debido tiempo", seguramente ya en 2019.
El primer adelanto del Kia Niro EV lo tuvimos en el prototipo homónimo que se presentó en el CES 2018 a principios de año. El modelo definitivo, basado en este primer concept, se distingue de sus hermanos estéticamente por una nueva parrilla tiger-nose que toma el mismo color que la carrocería, tal y como ocurre en el Soul EV, integrando además la toma de carga. Asimismo, encontramos unas rediseñadas tomas de aire en el frontal, más agrandadas y ubicadas hacia los laterales.
Detalles en azul turquesa, propia de todos los modelos eléctrificados de la marca asiática, están presentes en el frontal, en el habitáculo y la zaga, incorporando también en la trasera unas nuevas defensas que difieren de las del resto de la gama. Estéticamente se completa con unas llantas de aleación de 17 pulgadas en diseño de cinco radios y acabado en dos tonos.
Respecto a sus dos hermanos, el Kia Niro EV es 25 mm más alto y 20 mm más largo, haciendo gala de una longitud de 4.375 mm y 1.560 mm de altura. Sin embargo, en anchura y batalla calca las mismas cifras que los Kia Niro que ya conocíamos: 1.805 mm de ancho y 2.700 mm de distancia entre ejes. Asimismo, el maletero ofrece una capacidad de 451 litros, una cifra que sorprende, ya que el del Kia Niro híbrido es de 401 litros y el Kia Niro PHEV reduce su capacidad a los 324 litros precisamente por la ubicación de la batería.
Hasta 450 km de autonomía y 204 CV
Obviamente, la principal diferencia del Kia Niro EV es una mecánica completamente eléctrificada de cero emisiones contaminantes. El Kia Niro eléctrico integra la nueva generación de propulsores y tecnología eléctrica de la marca, materializada en un motor de 150 kW, o 204 CV de potencia, con un par de 395 Nm desde las cero vueltas. En cuanto a prestaciones, la marca únicamente desvela la aceleración: el Kia Niro EV tarda en llegar a los 100 km/h desde parado en 7,8 segundos.
Este propulsor se alimenta de una batería ion litio de 64 kWh de capacidad ubicada bajo el suelo de maletero, que otorga al Kia Niro eléctrico una autonomía de hasta 450 km entre carga y carga. Cifras que el fabricante anuncia en ciclo WLTP, adelantando que podrían variar en su homologación europea. Conectado a un cargador rápido, el Kia Niro EV necesita 54 minutos para llenar su batería al 80%.
La variante eléctrica del crossover coreano contará con una segunda opción de batería, de menor capacidad (39,2 kWh), cuya autonomía anunciada está en torno a los 300 km cuando está cargada al 100%.
Asistencia a la conducción y otras bondades tecnológicas
La tecnología estará muy presente en el Kia Niro EV, tanto la enfocada al confort y el entretenimiento, como a la asistencia a la conducción. En lo que respecta los sistemas multimedia, estos se integran en la interfaz HMI (human-machine interface) de la marca coreana, con una pantalla táctil de 7,0 pulgadas ubicada en el centro del salpicadero, más minimalista respecto a las versiones híbridas.
Este sistema de infoentretenimiento incluye una serie de funciones específicas, como localización de puntos de recarga, control del nivel de carga de la batería y autonomía restante. Al igual que ocurre con sus hermanos, el panel de instrumentos es completamente digital en el Kia Niro EV, lo que se materializa a su vez en la conocida pantalla LCD de 7,0 pulgadas. Éste también arroja los datos mecánicos más relevantes, como es el caso de la autonomía o el nivel de las baterías.
En lo que respecta a los sistemas de asistencia a la conducción, el Kia Niro EV equipa bondades como sistema de alerta de colisión frontal, control de crucero inteligente con parada y arranque automáticos o asistente de mantenimiento de carril, que control la aceleración, frenada y dirección, estableciendo la distancia de seguridad gracias a los sensores externos que ocupa el crossover eléctrico.
