Nos sorprendía la prohibición de bicicletas eléctricas en Nueva York, medida impuesta para evitar accidentes debido a las velocidades que pueden conseguir algunos modelos, pero más aún que en La Gran Manzana no sea obligatorio llevar casco, un tema que ha dado mucho que hablar desde la implementación del sistema de alquiler Citi Bike.
La medida, sumada a esa poca regulación con el tema de los cascos, olía a desgracia monumental, pero sorprendentemente, después de los primeros 500.000 viajes usando el servicio de alquiler, sólo se han registrado tres accidentes estrechamente relacionados con el mismo, y parece que los tres han sido lo suficientemente flojos como para no dejar más que unas simples magulladuras.
Curioso porque según aquellos que tienen que lidiar a diario con los peligrosos carriles bici de la ciudad, el caos no invita a la esperanza. En 2009 un estudio afirmaba que en sólo 10 minutos de viaje tenías un 60% de posibilidades de que un coche, camión o taxi invadiese tu recorrido dentro del carril bici.
Para justificar esa falta de cascos las autoridades neoyorkinas se apoyan en dos aspectos, por un lado que los servicios del orden público no podrían controlar con la suficiente eficiencia el uso del mismo si fuese obligatorio y, por el otro, que eso invitará a más usuarios a usar el servicio, por lo que a mayor número de bicicletas en las carreteras, menos contaminación y más conductores atentos a un posible accidente.
Las penas y lamentos llegarán con las vacaciones, cuando millones de turistas se desplacen hasta la ciudad para visitarla y vean en Citi Bike una forma barata y ágil de moverse por las calles. El que vive allí y conoce lo complicado que puede llegar a ser su tráfico probablemente se lo pensará dos veces antes de dejarse el casco en casa, el que no tenga ni idea de lo que le espera, tal vez se acabe llevando un buen susto.
Vía | NBC News
