Noruega quiere añadirse a la lista de países que priorizan las tecnologías de conducción autónoma. Eso, como sabemos, requiere un trabajo legislativo previo no menos relevante. Precisamente, las autoridades noruegas ya se han puesto manos a la obra, y esperan tener preparado para la próxima primavera un marco legal que permita las pruebas de conducción autónoma plena en ciertas regiones del país.
Lo cierto es que las autoridades noruegas no esconden sus intenciones de aumentar el atractivo de su país para los proyectos extranjeros en esta asignatura, de ahí que prometan áreas lo suficientemente extensas como para atraer a fabricantes y desarrolladores de estas tecnologías.
Es más, el Ministro de Transportes noruego cree que Escandinavia es el mejor sitio para el albor de esta tecnología, porque "aunque Estado Unidos es un país maravilloso en muchos aspectos con una desarrollo tecnológico impresionante, nosotros tenemos una mayor proporción de población con acceso a tecnologías avanzadas".
Sin entrar a valorar ese bondadoso ataque a la diferencia de renta entre el estadounidense y el noruego medio, la verdad es que hasta ahora Noruega ha demostrado esto siendo el país líder al integrar la movilidad eléctrica a las vidas de sus ciudadanos (cuyos bolsillos, es cierto, son también de los más hondos en el planeta).
Igualmente, es patente el cariño que sienten por Tesla Motors en esas latidudes, por eso no nos podemos dejar de preguntar si el anuncio de Noruega con la conducción autónoma tiene o no que ver con las intenciones de este fabricante de introducirla en sus modelos en 2018.
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