El monovolumen más grande de la marca se vende en tres niveles de equipamiento, Attraction, Seduction y Exclusive, con dos motores HDi de 135 y 160 caballos. Al igual que el Renault Espace 2012, apenas cambia y es un modelo veterano. Su prima Peugeot 807 se sigue fabricando, pero el Lancia Phedra no, y el Fiat Ulysse tampoco.
Exteriormente el Citroën C8 recibe una nueva calandra y rejilla frontal. Los retrovisores, montantes, paragolpes y barras laterales de las puertas están recorridos por una moldura negra, lo llaman Black Pack (suena mejor que plástico negro). En la parte trasera solo cambia en los logotipos y el símbolo de la marca, los dos chevrones.
Tiene nuevos proyectores (salvo el Exclusive, que tiene faros bixenón) con un aspecto ahumado. En la gama de colores aparece el marrón Hickory como novedad. Y ahí se acaba todo, está a la venta desde 25.926,83 euros incluyendo el descuento promocional. La versión más cara, la única automática, cuesta 32.581.47 euros con acabado Exclusive y el motor de 160 CV.
Como si fuese de origen oriental, la política de equipamiento opcional está cerrada y apenas existe.
Se puede elegir pintura metalizada o nacarada en todos los acabados por 450 euros más (HDi 135/160 manual) ó 468,33 euros (HDi 160 aut). Los Exclusive pueden tener el techo eléctrico, que abarca las tres filas, por 1.347,08 euros con cambio manual ó 1.401,95 euros en automático. La diferencia es por los impuestos.
También se puede optar a los asientos en cuero gris (oscuro o claro) en los Exclusive por 1.537,43 euros en manual ó 1.600,06 euros en automático. La tercera fila de asientos es siempre opcional, cuesta 670 euros (HDi 135/160 manual) ó 697,29 euros (HDi 160 aut.) Ya hemos terminado.
