Entre los BMW Art Car hay obras muy reconocidas, como el BMW M1 grupo 4 de Andy Warhol (1979) o el BMW 3.0 CSL de Frank Stella (1976) por citar solo dos. Pero lo que muchos, entre los que me incluyo no sabíamos, es que hubo un artista español también plasmó su arte sobre la carrocería de un BMW.
Se trata de César Manrique, un artista español que destacó en pintura y escultura principalmente, nacido en Lanzarote, una tierra que inspiró en muchas ocasiones su obra. En el año 1990 recibió un encargo muy especial, el de pintar un BMW 730i. El artista al saber que debía pintar sobre un coche, pensó en velocidad y eso le llevó a imaginar el movimiento de un pájaro, una mariposa y una libélula.
Como uno de los pioneros del arte abstracto en España durante los años 50, Manrique optó por trazos que ayudaban a "dar la impresión de que el coche apareciera deslizándose por el espacio sin ofrecer ninguna resistencia". Influenciado por la naturaleza de su isla, en ese BMW 730i el negro de las cenizas volcánicas y el rojo del Parque Natural del Timanfaya se mezclan con otros elementos importados del entorno en el que se solía mover.
Siendo un absoluto desconocedor del arte abstracto, viendo ahora el coche 25 años después de su creación, lo cierto es que la combinación de colores y trazos no desentona en esta elegante y deportiva berlina de los años 90. Es más, me atrevo a decir que sigue siendo bastante vanguardista, y que esos mismos colores quedarían de maravilla sobre la carrocería de un BMW Serie 7 actual.
Por desgracia el artista falleció precisamente en un accidente de tráfico dos años más tarde de crear este coche, por lo que hoy no puede disfrutar de su obra.