La gama Volvo va a seguir creciendo en los próximos años. Primero lo hará con un pequeño SUV de corte urbano, un rival directo del Audi Q2, y luego con un SUV de grandes dimensiones, que se situará en la gama por encima del Volvo XC90. En ambos, serán SUV electrificados.
Habida cuenta del mercado actual, los SUV son importantes para todos los fabricantes, pero especialmente para Volvo. El 71 % de las ventas de Volvo en los 11 primeros meses de 2020 corresponden a los SUV. Y en 2019, los SUV representaban ya el 63 % de las ventas de la marca sueca. La tendencia es que acaben siendo el 75 % o más de sus ventas. Basta con añadir uno o dos nuevos SUV a la gama para lograrlo.
El primero de esos SUV ya está confirmado por la marca y se situará en la gama por debajo del XC40, convirtiéndose así en un nuevo modelo de acceso a la marca. Este modelo no tiene nombre oficial, de momento, pero se le conoce ya como Volvo XC20. Utilizará la plataforma de código abierto SEA (Sustainable Experience Architecture), actualmente desarrollada por Geely, marca dueña de Lynk & Co y de Volvo, entre otros.
Geely ya ha ofrecido esta plataforma a otros fabricantes, pero los primeros modelos en utilizarla serán los de las marcas del conglomerado chino, a saber, Geely, Geometry, Proton, Lotus, Smart, Volvo, Polestar, LEVC (London EV Company) y Forizon (fabricante de vehiculos comerciales).
Así, la primera aplicación de esta plataforma es para el Lynk & Co Zero EV. En realidad de concept tiene poco, pues es básicamente la versión de producción que inaugurará esta nueva plataforma en 2021 pensada para vehículos 100% eléctricos.
Esta plataforma, apta para vehículos desde el segmento A hasta el segmento F, puede albergar uno, dos o tres motores eléctricos. Pero también puede albergar un motor de combustión interna que actuaría como generador en caso de una versión de autonomía extendida o híbrida en serie. Según Geely, los coches que usen esta plataforma podrían tener “una autonomía de más de 700 km”, sin dar más detalles.
Volvo XC20 y XC100 para afianzarse como fabricante premium
El Volvo XC20 sería, por su parte, el primero de los Volvo en utilizar la plataforma SEA. Para Volvo, bajar al ruedo de los SUV urbanos forma parte de su estrategia para terminar de afianzarse como marca premium. Para ser rentable la marca se va a concentrar en modelos más premium, y por tanto más caros, mientras que dejará a Lynk & Co el segmento de los coches más asequibles.
El futuro Volvo XC20 no será el único nuevo SUV de Volvo. Un modelo que tendría su hueco por encima del Volvo XC90 y que llamaremos de momento XC100 (nombre no oficial) está en preparación. Será un modelo electrificado, pero que en palabras de Hakan Samuelsson, CEO de Volvo, “deberá ser más aerodinámico”.
El directivo sueco da así a entender que este modelo no será un rival de los BMW X7 y Mercedes GLS de siete plazas, sino una suerte de XC90 Coupé. Vamos, que sería más un rival de los BMW X6 y Audi Q8, por ejemplo. Es un modelo que casa con la estrategia de Volvo e moverse todavía más arriba en la escala premium.
Actualmente, estos modelos están en plean fase de desarrollo y no llegarían hasta 2022, en el caso del XC20, y 2023, en el caso del XC100.
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