No todos los días tiene uno la oportunidad de subirse a algunos de los superdeportivos más deseados del mundo. De hecho, hasta el fin de semana pasado no me había subido a un Lamborghini y pude conducir dos ¡y en circuito! La culpa de todo esto la tuvo el fabricante italiano de neumáticos Pirelli, cuya gama P Zero cumple veinticinco años ya.
Fue allá por 1987 cuando el primer Pirelli P Zero pasó del mundo de la competición (rallies) a la carretera, gracias a un encargo muy especial. Ferrari iba a poner en el mercado un superdeportivo con mayúsculas y necesitaban unos neumáticos de altas prestaciones a la altura de las circunstancias. Aquel coche era el Ferrari F40 y el neumático, el primer P Zero de calle, denominado “Giallo”.
Para celebrar este aniversario, Pirelli nos invitó a vivir de primera mano el Gran Premio de Europa, en Valencia, donde nos esperaban además en el circuito de Cheste algunos superdeportivos calzados con gomas P Zero y un nuevo producto, el Pirelli Cinturato P7 Blue, del que ya hablamos ayer largo y tendido.
El P7 Blue del que hablamos ayer es un neumático ideado para vehículos de potencia media, pero si realmente hablamos de deportivos, entonces tenemos que dirigir la mirada hacia otra gama de neumáticos, de mayores prestaciones (UHP), el Pirelli P Zero, que muchos vehículos premium y deportivos equipan de serie.
Desde el año 2007 el P Zero ha conseguido 250 homologaciones diferentes y actualmente se ofrece de serie con algunos de los superdeportivos del momento, como el Porsche 911, el Lamborghini Aventador o el McLaren MP4-12C. A día de hoy el P Zero se ofrece en 130 medidas diferentes de entre 17 y 21 pulgadas.
La opción más deportiva de toda la gama se denomina P Zero Corsa System y lo han equipado coches como el Ferrari 360 Challenge Stradale o más recientemente el Lamborghini Gallardo LP 570-4 Superleggera. Como su nombre indica, está pensado para ser utilizado tanto en carretera como en circuito. Se ofrece en 23 medidas de entre 18 y 20 pulgadas.
En el circuito Ricardo Tormo, en Cheste, pudimos probar tanto el P Zero como el P Zero Corsa System, y no se si recordáis que este año hemos probado también el P Zero Silver, otro de los productos de la gama.
Superdeportivos en circuito
Desde que recibí la invitación por parte de Pirelli no he parado de pensar en los coches que voy a probar. Todavía no sé si serán copilotajes o podré conducirlos yo, pero estoy a las puertas del circuito de Cheste y me queda muy poco para descubrirlo. Una azafata de Pirelli nos proporciona un documento de McLaren en el que debemos firmar para hacernos responsables de todo lo que nos pase a nosotros y al coche. Como no tengo 25 años no puedo conducirlo y me ahorro la firma. Me consuela haberlo conducido en la calle, cuando hicimos la prueba para vosotros.
Según nos bajamos del autobús me separo de mis compañeros de la prensa tradicional, a los que van a dar un briefing de seguridad antes de pasar a pista, y me llevan directamente al pit lane. Allí Cuento cuatro McLaren MP4-12C, dos Porsche 911 Carrera S (991), dos Lamborghini Gallardo y un Lamborghini Aventador de color naranja que es la estrella del evento. Todo el mundo se pone a la cola para conducirlo.
Sin briefing ni indicaciones de ningún tipo, y sin conocer el circuito previamente, me suben a un Lamborghini Gallardo LP 570-4 Superleggera de color amarillo y repleto de cámaras. El cosquilleo estomacal se convierte en tsunami y mi único consuelo es que voy a llevar un coche guía que me va a ser de mucha ayuda. Una persona de Pirelli me dice “Be Careful“, que en cristiano quiere decir que tenga cuidado. Agradezco el consejo.
Al principio pienso que los dos Lamborghini Gallardo son iguales, pero no lo son. El que yo conduzco es un Superleggera y el rojo que hace de coche guía es un Supertrofeo Stradale. Comparten motor pero el que yo llevo suena mucho más, aunque el otro esté más preparado para rodar en circuito. El que voy a conducir monta gomas P Zero Corsa en dimensiones 235/35 ZR19 y 295/30 ZR19, delante y detrás, respectivamente.
Salgo a pista y descubro la bestia que tengo entre manos. Cómo suena ese V10, cómo empujan los 570 CV en combinación con la tracción total y menudas sacudidas de cabeza cada vez que cambio de marcha. ¿Alguna pega? No me gustan las levas fijas de Lamborghini, pero con un coche así no puedo ser quisquilloso. No conozco el circuito (que no es completo, por cierto, sino un trazado alternativo) y sólo tengo tres vueltas con el Superleggera así que no pienso en buscar ningún límite (ni el del coche, ni el de los neumáticos, ni el mio) sino en disfrutar de la experiencia.
El coche guía me ayuda a hacerme una idea de lo que tengo por delante, pero aún así freno con mucha antelación. Los potentes frenos hacen que pisando el pedal con fuerza en la zona indicada por conos suponga quedarse a la velocidad apropiada para afrontar la curva muchos metros antes de lo necesario. Llevo el coche en modo ESP-Sport y no en Corsa. Algunos compañeros británicos y alemanes me comentan que lo llevan en automático. Yo prefiero hacer uso de las levas, aunque su diseño no sea el más apropiado a mi parecer.
Las tres vueltas se me pasan volando y antes de darme cuenta estoy de nuevo en el pit lane, observando atentamente todos los coches que hay por allí. Veo que uno de los Porsche 911 Carrera S está vacío y pregunto si puedo subirme. Esta vez iré acompañado de un copiloto, que me dará alguna indicación en un spanglish con acento italiano. Ya he conducido antes este modelo, pero no en un circuito, así que vamos a ver qué tal.
Sabiendo ya un poco mejor el circuito puede ir un poco más rápido. El copiloto me indica en algunas curvas cuál es la marcha adecuada y me incita a utilizar más los pianos y a frenar un poco más tarde en algunas de ellas, a pesar de las indicaciones de los conos. Ya mas tranquilo, disfruto más del coche, a pesar de que se mueve bastante más que el Gallardo. Lo noto más nervioso, menos plantado que el Superleggera y al lado del anterior parece que no corre tanto. En este caso las gomas no son las Corsa System sino unas P Zero normales (245/35 ZR20 y 295/30 ZR20) y sí noto que no ofrecen tanto agarre en pista como las del anterior coche. Al fin y al cabo son neumáticos de carretera.
Cuando termino las vueltas, que ni siquiera cuento pero parecen muy pocas, pregunto si hay lista de espera para el Aventador. Me dicen que sí y consigo que me apunten. Un rato después me toca. Es mi turno. Voy a conducir un Lamborghini Aventador. ¡Qué lujazo! Al parecer vamos mal de tiempo así que sólo podré rodar dos vueltas. No importa, pretendo disfrutarlas al máximo.
Salgo a pista y en seguida compruebo lo brutal que resulta el Aventador. No llega al extremo del Superleggera, ya que éste último suena mucho más y los cambios de marcha son mucho más bestias. Aún así, los 700 CV se notan. Es el coche más rápido que hay en pista, o al menos de los que yo pruebo. Quizá el McLaren pueda con él en un circuito. No lo sé, pero tampoco me importa. Estamos a lo que estamos. ¡Conduciendo un Aventador!
Después de todas las vueltas anteriores ya estoy algo más confiado e intento ir un poco más rápido, aunque el coche impone, y mucho. A pesar de que no hay mucha diferencia de peso con el Gallardo, sí que noto este coche más grande, más pesado. Me da la sensación de que es algo más torpe en pista que su hermano pequeño. El V12 suena de maravilla y sube de vueltas muy rápidamente. Me encanta el cuadro digital del Aventador. ¡Quiero uno!
De nuevo las gomas son P Zero normales en dimensiones 255/35 ZR19 y 335/30 ZR19, pero tampoco quiero buscarles las cosquillas. Con estos coches tan potentes (y tan caros) mejor tomarse las cosas con calma y disfrutar del momento.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión | Pirelli Cinturato P7 Blue, presentación y prueba en Valencia