Es muy probable que el nombre de Michael Fux (que no J. Fox) no te suene absolutamente de nada, pero también es muy posible que a partir de ahora se te grabe su nombre a fuego, una vez veas la impresionante colección de superdeportivos que guarda en su garaje, en la que se incluye el trío de ases formado por los hiperdeportivos del momento.
Además de un Ferrari LaFerrari en color granate, un Porsche 918 Spyder en tono pistacho y un McLaren P1 de color verde, cuenta también con el último híbrido de BMW, el BMW i8, que si bien no está al nivel de los otros tres en cuanto a prestaciones, también es el futuro. Por si fuera poco, en su garaje hay cerca de 130 vehículos más, y de los que hacen babear.
Su garaje esconde una docena de Porsche (incluído un Carrera GT, por ejemplo), una docena de Aston Martin, al menos cinco Lamborghini, varios Corvette, un Bugatti Veyron, diversos Mercedes-Benz (SLS, SLR...) y BMW (M5, Z8...), un Audi R8, cuatro Rolls-Royce, dos Ford GT, motocicletas, algún que otro clásico y un sinfín de modelos Ferrari. De hecho, Fux es miembro del programa de clientes de la casa de Maranello y posee un Ferrari FXX del que disfruta en circuito siempre que puede.
Por si fuera poco, nuestro amigo también guarda en sus casi 3.000 metros cuadrados de garaje joyas de competición, entre las que destaca un monoplaza de Fórmula 1 que en su día condujo Michael Schumacher, un Aston Martin DBR9 o varios coches de Nascar, al menos uno de los cuales fue pilotado por Tony Stewart.
Y antes de que odiéis a este hombre por lo que tiene, cabe apuntar que nació en Cuba, en el seno de una familia sin recursos, y trabajó en Estados Unidos en multitud de sectores y puestos, desde los quince años, hasta que pudo crear una empresa propia (Sleep Innovations) que le hizo millonario. Además, no gasta su dinero solo en coches, ya que el hombre, de 71 años de edad, destina mucho dinero a caridad.
Vídeo | Youtube
Vía | Autoevolution