Más de dos años después de que se produjera el primer atropello mortal en un coche autónomo de Uber (en Tempe, Arizona), la Justicia estadounidense ha dictado la primera sentencia. La conductora que debía controlar en el momento del atropello el vehículo Volvo, Rafaela Vásquez, ha sido acusada de homicidio negligente.
Vásquez, que se ha declarado inocente, fue liberada a la espera de un juicio programado para febrero de 2021, según publica Reuters.
Uber no será juzgado como entidad
Los fiscales se negaron en marzo de 2019 a presentar cargos penales contra Uber, como corporación, por la muerte de Herzberg, así que Vásquez asumirá las consecuencias, si las hay.
Tempe Police Vehicular Crimes Unit is actively investigating
— Tempe Police (@TempePolice) 21 de marzo de 2018
the details of this incident that occurred on March 18th. We will provide updated information regarding the investigation once it is available. pic.twitter.com/2dVP72TziQ
Fue el pasado 18 de marzo de 2018 cuando se produjo el fatal accidente. Un compendio de variables donde salió todo mal: de la conductora a la víctima pasando por el propio sistema.
Desde entonces se han publicado multitud de informes que prueban que la conductora estaba distraída en el momento del atropello a Elaine Herzberg, de 49 años. Un informe publicado en 2018 por el Departamento de Policía de Tempe desveló que la conductora de seguridad estaba viendo el programa de televisión 'La Voz' en streaming segundos antes del impacto.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTHSA) defendió esta teoría y culpó las inacciones de Vásquez y a Uber por la atención inadecuada a la seguridad y las decisiones en el desarrollo de vehículos autónomos de la compañía.
Vásquez ha asegurado a los investigadores que no usó ningún teléfono móvil antes del accidente, a pesar de que las imágenes grabadas mostraban a la conductora mirando en repetidas ocasiones hacia abajo con el vehículo en marcha.
Por otro lado, la víctima estaba cruzando -con ropa oscura- una parte de la calzada por la que estaba prohibido el acceso a peatones y empujaba una bicicleta que no equipaba reflectores laterales. Además, dio positivo en una prueba toxicológica.
El informe de 2018 (no concluyente) de la NTHSA destaca que a medida que el vehículo y las rutas peatonales convergían, el software del sistema de conducción autónoma clasificaba al peatón primero como un objeto desconocido, luego como un vehículo, y finalmente como una bicicleta con diferentes expectativas de trayectoria de viaje.
1.3 segundos antes del impacto, el sistema de conducción automática determinó que se necesitaba un frenado de emergencia para mitigar una colisión.
The Volvo XC90's crash avoidance system would have prevented or mitigated a fatal crash that killed a pedestrian earlier this year, but was turned off as part of Uber's testing of self-driving technology. Our analysis: https://t.co/lLnXQEfgpB pic.twitter.com/TAz4KBXs8l
— IIHS (@IIHS_autosafety) 7 de agosto de 2018
Los datos estatales obtenidos del sistema autónomo mostraron que tras detectar a la peatona, registró las observaciones de radar y LIDAR unos seis segundos antes del impacto, cuando el vehículo viajaba a unos 70 km/h.
Exactamente 1,3 segundos antes del impacto, el sistema determinó que era necesario un frenado de emergencia para mitigar una colisión, pero previamente se había clasificado a la mujer como objeto desconocido.
En agosto de 2018 las autoridades estadounidenses dictaminaron que la muerte de Elaine Herzberg podría haberse evitado con la tecnología de Volvo y la debida atención de la conductora.
Y es que varios informes han determinado que Uber había desactivado el sistema de frenado de emergencia en el Volvo, de forma que el vehículo había sido modificado con sensores y software de Uber para operar en modo autónomo.
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