¿Por qué decantarse por el Mazda3? Uno de los argumentos, clásicos en el caso de marcas asiáticas, es la ventaja en equipamiento en relación al precio. Los europeos permiten más flexibilidad eligiendo, aumentando la complejidad de compra, y los costes. Los asiáticos prefieren vender varias cosas de golpe y así simplificar las cosas.
El Mazda3 está a tiro por 17.750 euros, pero con la promoción actual son 15.850 euros, sin Plan PIVE. Como vimos en la segunda parte, el motor Diesel solo tiene sentido respecto a motores gasolina 2.0, no contra el 1.5. Con promociones añadidas, el Diesel de 150 CV supera en 2.500 euros al gasolina de 120 CV. Falta un Diesel básico, pero ya lo traerán.
La distancia es mayor hablando de PVP, 3.500 euros. La carrocería SportSedan, más limitada en opciones, cuesta un poco más, 500 euros a igualdad de versión, y contando con las promociones de la marca. Es el precio a pagar por casi 50 litros más de capacidad de maletero, pero es un importante ahorro sobre una berlina de segmento D.
Equipamiento de serie
Los Mazda3 Pulse, solo con motor 1.5 (100 CV) de gasolina, cuentan con el equipamiento base de seguridad, aire acondicionado, ordenador de a bordo, arranque por botón, radio con cuatro altavoces + USB + aux., cuatro elevalunas eléctricos, espejos exteriores regulables eléctricamente y llantas de acero de 16" con tapacubos.
Los Style añaden el control de crucero, climatizador bizona, pantalla superior de 7" con ruleta (HMI), Bluetooth, dos altavoces más, lector de CD, volante y pomo del cambio en cuero, espejos exteriores plegables eléctricos, retrovisor antideslumbrante (electrocrómico), cromados exteriores y llantas de 16".
En el motor 1.5, esa mejora vale 2.000 euros, y merece la pena. Podemos complementar el nivel Style con el paquete Confort, que consta de sensores de luz y lluvia, sensor de aparcamiento trasero y lunas tintadas. Dicho paquete se complementa con el paquete Visual, que añade los faros de xenón y luces diurnas de LED.
El nivel máximo de equipamiento es el Luxury, como las unidades probadas, que suma a los Style los faros de xenón, luces diurnas, embellecedores para faros antiniebla, el HUD superior, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, equipo de sonido BOSE de nueve altavoces, asientos calefactados, lunas tintadas y llantas de 18".
Si queremos los asientos con tapicería de cuero, es mediante el paquete Cuero, que además incluye el asiento del conductor con ajustes eléctricos. Nuestra unidad de pruebas no cuenta con este extra, tiene la tapicería textil con ajustes manuales.
El navegador siempre es opcional y va integrado dentro de la pantalla de 7", 400 euros más. Esta mejora solo está disponible para los Style y los Luxury. La verdad, tiene un funcionamiento satisfactorio y como solución integrada me gustó bastante, y resulta fácil de manejar.
Hasta aquí se acaban las opciones. Se puede pedir pintura metalizada y ya, el resto va todo cerrado en los mencionados paquetes. Además, recordemos que en el caso del SportSedan, la libertad de elección es menor, sobre todo en cuanto a motores y niveles de equipamiento asociados.
Las unidades probadas, contando con las promociones, tienen un precio de 25.400 euros en el 2.0 (120 CV) AT y 27.900 euros en el 2.2D (150 CV) AT. Es decir, 2.000 euros por el paquete de seguridad Safety que detallamos más adelante, y los 400 euros del navegador.
El cambio automático podemos contarlo como extra. En el 2.0 gasolina hablamos de un incremento de 1.800 euros, y en el Diesel también. En realidad la diferencia de precio es muy inferior, pero como los manuales se libran del impuesto de matriculación al 4,75%, la diferencia se engorda.
Es decir, el cambio automático SKYACTIV-DRIVE es bastante económico en relación a otras cajas automáticas, pero con los impuestos españoles pasa lo que pasa. La diferencia no queda corregida con las promociones, el descuento es el mismo para manuales y automáticos.
No se puede elegir el cambio automático con cualquier otra motorización, es decir, hemos probado los únicos Mazda3 con cambio automático disponibles. Eso con carrocería de cinco puertas, todos los SportSedan son de cambio manual salvo el 2.0 SKYACTIV-G (120 CV) de gasolina.
Las levas para cambio secuencial son equipamiento de serie. Recordad que los Luxury tienen diferente el tablero de instrumentos a los Pulse y Style, lo detallamos en la primera parte. También os hablamos ahí de cómo es la radio básica del Pulse, sin lector de CD, pero con puerto USB. No hay imágenes de prensa del modelo básico.
Un vistazo al sistema HMI
Aunque tiene pantalla táctil, el funcionamiento es más cómodo con la ruleta que hay tras la palanca de cambios. Permite, como en los Premium alemanes, girar sobre su eje, pulsación, y cuatro direcciones cardinales (N-S, E-O). Además tiene el botón Atrás, Favoritos, y los accesos directos a Música, Menú principal y Navegación.
En la sección de ordenador se puede ver información adicional sobre el consumo (histórico, actual), funcionamiento del i-Stop, etc. En favoritos podemos guardar direcciones del navegador, contactos telefónicos y canciones. El lector de SMS no funcionó con mi teléfono, un añejo Samsung Galaxy S.
No está a la última porque no tiene soporte de aplicaciones de terceros, como podría ser Coyote, es un sistema cerrado. Respecto al Mazda3 de generación previa, el salto tecnológico es más que evidente. ¿Y qué hay del HUD? Bueno, se agradece, aunque toda la información que da es redundante, solo que más cómoda de ver.
Sistema i-Stop
El sistema Stop&Start de Mazda no es como el que conocemos en la competencia, basado en motor de arranque reforzado y una batería más potente. Mazda aprovecha la energía de la combustión, es decir, detiene el motor de forma que se pueda arrancar con un chipazo de bujía o una inyección de gasóleo, sin tirar de motor de arranque.
Según la marca, el motor gasolina arranca en 0,35 segundos y el diésel en 0,4 segundos, todos los Mazda3 actuales lo llevan. En los automáticos se arranca al soltar el pedal del freno y debo decir que satisface por rapidez. Se activa al parar, pisando el freno un poco más de lo normal. La parada del motor es suave, especialmente en el caso del motor Diesel.
Fijaos en la imagen. En un trayecto urbano he llegado a tener el motor encendido menos de la cuarta parte del tiempo que estuve parado, evitando consumir al ralentí. En ese caso, la ganancia de autonomía fue relevante, 20 kilómetros más. El i-Stop exige llevar el cinturón puesto, puertas cerradas y las dirección enderezada. Si no, no funciona.
Seguridad activa y pasiva del Mazda3
Como no podía ser de otra forma a estas alturas, el Mazda3 es un coche seguro en sus dos carrocerías. En EuroNCAP 2013 obtuvo 93% de protección de ocupantes, 86% de protección infantil, 65% de protección de peatones y un 81% en tecnologías de seguridad. Tiene por lo tanto las cinco estrellas EuroNCAP.
De estricta serie, equipamiento Pulse, tiene los airbags (delanteros frontales y laterales, y de cortina), cinturones con chivatos, reposacabezas, control de estabilidad/tracción (DSC/TCS), frenos ABS, distribución electrónica de fernado (EBD), asistencia a la frenada de emergencia (EBA) y control de presión de neumáticos (TPMS).
Los Style añaden a lo anterior el sistema de asistencia a la frenada en ciudad (SCBS), que funciona de 4 a 200 km/h y evita las colisiones por debajo de 30 km/h gracias a infrarrojos. Otro elemento que ganamos en este nivel son los faros antiniebla delanteros, no disponibles para el básico.
En el nivel Luxury optamos a la máxima seguridad, al añadir el asistente de cambio de carril (RVM) y HUD. Se puede mejorar con el paquete Safety (2.000 euros), que añade control de crucero adaptativo (MRCC), frenada de emergencia en carretera hasta 200 km/h (SBS), alerta de colisión frontal (FOW) y sistema de alerta de cambio involuntario de carril (LDW).
Los Luxury vienen de serie con faros bixenón, son opcionales para los Style poniendo el paquete Visual. Pues bien, con el acabado Luxury y paquete Safety, disponemos del sistema de iluminación frontal adaptativa (AFLS) y control de luces de largo alcance (HBC). Muy útil para quien conduce mucho de noche.
La diferencia entre el control de crucero de los Style y de los Luxury con el mencionado paquete de seguridad, es que en el segundo caso es inteligente. Adapta la velocidad del coche a la de los demás (mediante microondas de radar), y en caso de emergencia ayudará al conductor a frenar, pero no parará el coche por su cuenta.
Son muy útiles las alertas de vehículos en el ángulo muerto, iluminando una luz en el retrovisor afectado. Conduciendo de noche, el cambio de luces largas a cortas y viceversa es bastante satisfactorio, ningún conductor se me enfadó devolviéndome una ráfaga de largas.
La alerta de colisión frontal, como en otras marcas, puede dar algún falso positivo cuando no hay posibilidades de colisionar, como en carreteras sinuosas de doble sentido. Pero, como siempre, la recomendación es no confiar ciegamente en estos sistemas y que son solamente una ayuda más.
Curiosamente, las ayudas del Mazda3 dejan de funcionar a velocidades superiores a 200 km/h. De todas formas, con el máximo equipamiento, como nuestras unidades de pruebas, el Mazda3 ofrece un nivel soberbio de seguridad, lástima que no esté todo disponible en modelos más sencillos.
En Motorpasión | Mazda3 5p 2.0 y 2.2D automáticos, prueba (exterior e interior, conducción y dinámica, valoración y ficha técnica)