Inspirándose en el modelo de 1957, Fiat saca al mercado en nuevo Fiat 500C, un descapotable o mejor dicho, convertible (que es lo que significa la “C” según la marca), que estará a la venta en España a partir del próximo 8 de abril.
Esta “C” con l que termina su nombre y con la que se distingue del 500 "normal", significa que es más que un descapotable, ya que el techo de lona retráctil y de accionamiento automático dispone de varias posiciones de apertura, tipo techo solar, cabrio y "berlina" al ir cerrado, tres coches en uno.
Fiat espera que con este Fiat 500C y de cara al buen tiempo, siga manteniendo las ventas que se han conseguido con el Fiat 500, gracias a las cuales la italiana se ha puesto a la cabeza del mercado de los coches pequeños, por encima de Smart o Mini.
El Fiat 500C por fuera
El exterior de este pequeño de estilo retro es exactamente igual que su hermano de techo duro, excepto, claro está por su capota. Se diferencia básicamente de otros cabrios en que cuenta con los montantes laterales en el techo, montantes que en otros descapotables desaparecen a la altura de los cristales de las puertas.
Al abrir totalmente la capota, esta se recoge sobre el portón trasero, dejando la tercera luz de freno a la vista. La ventana trasera es de cristal y para hacer esta maniobra tan solo hay que pulsar un botón, tarda 25 segundos en plegarse o abrirse del todo y se puede hacer en marcha hasta los 60 km/h.
Al quedar plegada sobre la puerta del maletero, este ha visto reducido su espacio respecto a el Fiat 500, en tres litros, disponiendo de una capacidad de 182 litros, lo justito para dos pasajeros. El maletero se abre hacia arriba, así facilita la carga y descarga, sobretodo al estar aparcados en estrechos sitios.
Además de poderse accionar desde el botón situado bajo el retrovisor, podemos plegar y desplegar a nuestro antojo desde el mando a distancia de la llave.
El Fiat 500C por dentro
El interior es exactamente igual que su hermano de techo fijo, al sentarse en el asiento del conductor da la sensación de ser un espacio muy pequeño, con un volante muy grande, aunque al segundo nos acomodamos y empezamos a acostumbrar.
Los plásticos son en su mayoría duros, con un buen tacto. Los acabados y las costuras le dan un cierto toque de nivel superior, en conjunto no hay de qué quejarse, es elegante y está bien terminado. Los mandos están dispuestos de forma intuitiva y gracias al sistema _Blue&Me_, manejamos el teléfono, el auxiliar y el audio sin problema, con la voz (de serie según motorización).
El navegador (opcional) va montado sobre el salpicadero, a la derecha del conductor, lo que quita en ocasiones algo de visibilidad. Los asientos delanteros son cómodos. La parte trasera da cabida a dos adultos que si no pasan de 1,80 m, no se darán con las rodillas en los asientos delanteros. Dispone de dos colores interiores, chocolate o marrón y marfil.