El deportivo de cuatro puertas alemán recibe en poco tiempo una ligera actualización mecánica. El sistema Stop&Start se queda como elemento de serie en todas las motorizaciones, así como la frenada regenerativa (en la práctica microhíbridos) y neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
Con esas modificaciones, el Panamera S gasta 10,3 l/100 km, el Panamera 4S 10,6 l/100 km y el Panamera Turbo 11,3 l/100 km. La reducción es de 0,5-0,9 l/100 km, algo destacable en un turismo así, y el que más ha reducido su consumo ha sido el Panamera Turbo. La relación prestaciones/consumo es destacable.
Los neumáticos de baja resistencia además tienen una duración superior, aunque al dueño de un Panamera dudo que eso le preocupe. Por otra parte, el Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus) se añade como opción, es un diferencial trasero autoblocante para los modelos V8, que mejoran el comportamiento en curva del coche.
Es un diferencial electrónico, la rueda que traza el interior puede ser frenada para que la exterior reciba más par motriz y se gane agilidad. La opción del PTV Plus va unida necesariamente al Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC). Además aparecen nuevos colores exteriores, opciones de cuero y más equipamiento.
Por ejemplo, los Panamera con cambio automático PDK tendrán disponible volante calefactado. También mejoran la representación de los mapas en 3D con imágenes satélite para lograr un mayor realismo, así como la informacioń sobre carriles con más detalle y diversos límites de velocidad en todo tipo de carreteras.
Dada la “profundidad” de los cambios y el segmento del que estamos hablando, la verdad sea dicha, son poco relevantes. Hay poca diferencia de comprar un Panamera ahora (o antes) o hacerlo a partir de agosto.