A menudo se habla de la joven generación de pilotos españoles que según algunos periodistas está creciendo a la sombra de la popularidad que los deportes del motor están adquiriendo con Fernando Alonso.
Y la realidad a mí me parece bien distinta. No se puede decir que ninguno de ellos esté destacando espectacularmente, y aunque alguno lo haga, suele costarle muchísimo seguir progresando hacia otras categorías, más o menos como ha sido siempre, estuviera Alonso o no.
La única diferencia es que ahora hay algunos equipos españoles en GP2, pero tampoco puede decirse que los patrocinadores abunden, de hecho Adrian Campos ha prescindido de Adrián Vallés porque no aporta el patrocinio necesario a su equipo de la GP2, decantándose por el ruso Petrov, que sí tiene la pasta.
Así que un piloto que llegó a probar el Spyker el año pasado no tiene ahora mismo volante en la GP2, y su opción más clara pasa por correr el DTM con el Audi 2005 heredado de Midland. Jugará sus últimas opciones en la GP2 con el equipo español BCN.
Vía | as