El Mercedes Clase B F-CELL es el primer coche de pila de combustible (hidrógeno) producido en serie por Mercedes, un paso más allá de los prototipos mostrados que llegará a las carreteras en una pequeña serie de 200 unidades a principios de 2010, tanto en Europa como en Estados Unidos.
Basado en el Mercedes Clase B actual, tiene una pila de combustible que alimenta a un motor eléctrico de 136 CV y un par máximo de 290 Nm, del que Mercedes asegura que es superior en comportamiento a un motor gasolina de dos litros. Las baterías que utiliza son de Ion-Litio y también recupera energía en frenada.
El consumo equivalente (una medida un poco ambigua) sería de 3,3 litros de diésel por cada 100 km, y su autonomía es de 400 km. El punto a favor respecto a un coche eléctrico es su tiempo de recarga, apenas tres minutos para una recarga corta.
Y el punto en contra es que la red de distribución de hidrógeno es pequeña en Europa y casi inexistente en España, aunque Mercedes está llegando a acuerdos con las administraciones de Stuttgart, Hamburgo y California para impulsar este tipo de estaciones de servicio.
Respecto a un coche eléctrico, las diferencias son de recarga y precio del combustible, no se notan en la conducción. Otro detalle que sí han tenido que cuidar es la seguridad, ya que llevar hidrógeno es algo potencialmente peligroso si no se toman las medidas de seguridad adecuadas. Mercedes afirma que ha realizado 30 test de choque adicionales para adaptar sus criterios de seguridad a un vehículo de hidrógeno.
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