Los distintivos medioambientales de la DGT han dado mucho de qué hablar, y con razón. Estamos viendo cómo, en algunos casos, nuevos modelos equipados con tecnologías microhíbridas reciben la etiqueta ECO pero arrojan más gramos de CO₂ a la atmósfera que otros de combustión. Por no hablar de que algunos incluso llegan a los 600 CV, como es el caso del Audi RS 6 Avant.
Precisamente el hecho de que se penalice la tecnología y no las emisiones es uno de los aspectos que ha puesto sobre la mesa el Grupo PSA. Para el grupo francés es hora de que el etiquetado medioambiental evolucione y se deje de 'discriminar' a los motores Euro 6.
Sin cambios a la vista
En declaraciones recogidas por Europa Press, el director de Comunicación y Relaciones Institucionales del Grupo PSA en España y Portugal, José Antonio León Capitán, se ha declarado a favor de la puesta en marcha de este sistema por ser "importante" para impulsar la movilidad sostenible.
No obstante, ha señalado que "los distintivos deberían distribuirse en función de las emisiones y no de la tecnología que utilicen los vehículos".
León Capitán también aboga por impulsar los planes de ayudas que renueven el parque automovilístico español y critica que se esté metiendo en el mismo saco a los modelos que cumplen la normativa Euro 4 y la Euro 6.
Actualmente la etiqueta B la reciben aquellos vehículos que cumplen con al menos la norma Euro 3 para los gasolina y Euro 4 para los diésel, mientras que la C va para aquellos con norma Euro 4, Euro 5 o Euro 6 en el caso de una motorización gasolina, y con la Euro 6 en caso de ser de gasóleo.
De momento el departamento de Tráfico no contempla ningún cambio en el sistema de etiquetado medioambiental, sobre todo en lo que a híbridos enchufables y microhíbridos se refiere. Actualmente gozan la etiqueta CERO (como los coches eléctricos o de hidrógeno), y una primera modificación de esta normativa les llevaría a vestir una etiqueta ECO.
Cabe recordar que las mecánicas mild-hybrid disponen de un motor térmico que simplemente 'se apoya' en un alternador-generador, de 48V normalmente, para el arranque o surtir de energía a algunos sistemas eléctricos del coche.
Éste suele ir asociado a una batería de 1 kWh de capacidad, o incluso menos, y permite desconectar la mecánica de combustión en determinadas situaciones.
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