El Gobierno acaba de aprobar los primeros Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) después de cinco años de trabajo. Estos ordenan los usos en el mar y reservan una extensión de casi 5.000 km cuadrados para instalar turbinas eólicas flotantes.
Este movimiento tiene como objetivo cumplir con los objetivos del PNIEC que busca alcanzar entre 1 y 3 GW al final de la década con esta tecnología que podría ser clave para el desarrollo de proyectos en torno al hidrógeno verde. Pero tiene sus luces y sombras.
Oportunidades y retos que plantea la eólica marina en España
España es una potencia eólica global tanto en fabricación de equipos como en generación de energía: con 27,5 GW de potencia instalada en tierra, es el quinto país del mundo, por detrás de China, EEUU, Alemania e India.
Sin embargo, en el terreno de la eólica marina (muy prometedor de cara a proyectos de generación de hidrógeno verde, por ejemplo), hasta ahora no hay avances muy significativos, pese a que la situación geográfica del país es muy propicia y contamos con una industria naval, un sector marítimo-portuario y unas capacidades tecnológicas que podrían hacerlo posible.
De las aguas ordenadas en España, los 4.948 km que se reservan como zonas de alto potencial de la eólica marina en los POEM apenas representan el 0,46 % y se dividen en las demarcaciones noratlántica, sudatlántica, del Estrecho y Alborán, levantino-balear y canaria.
Estos estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2027, y servirán para desbloquear varios proyectos que estaban paralizados a la espera de su aprobación. Tres de ellos están en Canarias: Mar de Canarias, Proyecto Elisa y Parque Eólico Gofio. Otro, en el País Vasco, BIMEP.
Con esta delimitación el Gobierno persigue un impulso para conseguir generar entre 1 y 3 GW al final de la década, como marca el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. También, sentar las bases para instalar de 40 a 60 MW para 2030.
Dado el tamaño actual de los aerogeneradores marinos (que pueden alcanzar de los 14 a los 16 MW), llegar a los 3 GW supondría instalar unas 200 máquinas en esos 5.000 km cuadrados.
Una de las principales limitaciones para que la eólica marina despuente en nuestro país, es la elevada profundidad de las aguas territoriales, que complica los proyectos con cimentación fija –inviable a partir de 50 metros de profundidad–, y que es el método más consolidado hasta ahora para instalar este tipo de plataformas.
Como principal alternativa encontramos las plataformas eólicas flotantes, aunque de momento tienen un coste bastante elevado (al igual que las turbinas específicas). Tampoco hay que obviar que cuentan con detractores que ponen el foco en el impacto que puede tener la eólica flotante en el paisaje y sobre todo en el medio ambiente.
Por el momento, la mayoría de proyectos ya en marcha en nuestro país giran en torno a prototipos que se enfrentan a desafíos importantes como un despliegue ordenado en aguas territoriales que sea respetuoso con el entorno, compatible con otros usos y actividades y que de paso, se aproveche para mejorar el conocimiento del medio marino.
No obstante, según los datos del IDAE, España es una potencia emergente en las soluciones flotantes para los parques eólicos marinos: de las 27 identificadas a nivel global, siete son españolas.
Según Kiran Nandra, analista de la gestora Pictet AM, “las turbinas flotantes pueden alterar el hábitat oceánico y su mantenimiento plantea riesgos de seguridad y costes. Sobre todo a medida que aumentan, debido al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos”.
Pero los expertos confían en nuevos avances que podrían hacer viables proyectos como el de Acciona Energía —a través de Eolink—, que ha diseñado una plataforma flotante con forma piramidal de 5 MW que se orienta según la dirección del viento y que ya se prueba frente a las costas de Le Croisic (Francia).
Para la UE, la energía eólica marina es una tecnología clave en el terreno de las renovables, pues se espera que crezca de los 12 GW actuales hasta los 60 GW en 2030, según la Estrategia UE sobre las Energías Renovables Marinas de la Comisión Europea.
Ya en 2022 en total se presentaron ante el Ministerio para la Transición Ecológica 45 proyectos de eólica marina para las cinco zonas que permiten el desarrollo de parques eólicos marinos, aunque todos menos uno, se postulaban a establecerse en cuatro: Canarias (25), Galicia (9), Cataluña (6) y Andalucía (4). Con la puesta en macha de los POEM, el siguiente paso es determinar cuáles de ellos tienen la luz verde definitiva.