La verdad es que no debe ser nada agradable ser el escudero de Sébastien Loeb. Y no porque el francés sea un mal compañero de equipo, en absoluto, sino porque está claro que tu papel va a ser siempre el de segundo piloto, el de levantar el pie para asegurar los puntos que necesita el equipo. Loeb trabaja, primero, para su título individual, y luego para Citroën, mientras Sordo tiene que asegurar puntos para la marca, por delante de sus aspiraciones individuales.
El ejemplo más claro lo tuvimos el pasado fin de semana en el 1000 Lagos, un rally donde subirse al podium debe ser de lo más reconfortante. Dani Sordo tenía esa 3ª plaza en sus manos, hasta que Citroën, vaya, Olivier Quesnel, ordenó al cántabro que levantara el pie para asegurar los puntos. Y claro, llegó por detrás Atkinson, y como Sordo no pudo entrar en la lucha, se quedó a las puertas del cajón.
En una entrevista en Radio Marca, Dani Sordo ha explicado su papel dentro de Citroën: "No puedo arriesgar tanto porque el equipo me pide que asegure puntos para el campeonato de marcas, así que a veces no puedo atacar como me gustaría". Madre mía, que cosa más triste para un piloto de rallyes con las ganas de Sordo.
Pese a todo, la admiración que le tiene a Sébastien Loeb es patente en sus palabras hacia el francés: "Sébastien es un mundo aparte. Nunca volverá a haber un piloto de rallies como él. Tiene algo que no tiene el resto. Es el más rápido y el que menos se equivoca. Mientras siga en el Mundial de rallies será muy complicado desbancarle. Su superioridad recuerda a la que impuso Michael Schumacher en la Fórmula 1 cuando estaba en Ferrari".
Dani, algún día llegará la hora del relevo, y en ese momento habrá que estar en el coche adecuado. Y el relevo de Schumacher hablaba español.