Desde las instalaciones de Hennessey Performance Engineering nos llegan noticias sobre un nuevo paquete de medidas que el equipo de John Hennessey ofrece a partir de ahora para todos los modelos SRT-8 (2011-2013) del grupo Chrysler que monten el 6.4 litros HEMI V8.
Tanto las versiones SRT-8 de los Dodge Challenger y Charger, Chrysler 300C y Jeep Grand Cherokee, pueden ser sobrealimentados para aumentar sus niveles de potencia de forma considerable. Hennessey ofrece dos etapas de preparación y, además, un plato fuerte en forma de conversión biturbo, a lo bestia. Por supuesto se ofrecen mejoras estéticas por dentro y por fuera, y también modificaciones a nivel de transmisión, escape y frenos, entre otras cosas.
El primer paso de la preparación se llama HPE600 y se basa en la incorporación de un compresor TVS2300, una nueva ECU, inyectores y un sistema de inducción de aire para aumentar la potencia desde los 471 CV de serie hasta los 610 CV a 5.500 RPM. El denominado HPE650 lleva las cosas más lejos, hasta alcanzar los 660 CV, pero si todavía necesitamos más, la preparación con doble turboalimentación nos lleva por encima de los 800 CV.