Elon Musk, el CEO de Tesla Motors, anunció el viernes que todos los Tesla Model S que se han fabricado se beneficiarán de una garantía de ocho años sin límite de kilómetros, tanto para la cadena cinemática (motor/transmisión) como para las baterías. Es un órdago en toda regla.
"Si realmente creemos que los motores eléctricos son fundamentalmente más fiables que los de gasolina, con muchas menos piezas móviles y sin residuos grasientos o subproductos de la combustión, en consecuencia nuestra política de garantías debe reflejarlo."
Hasta la fecha, los Model S se beneficiaban de cuatro años de garantía o 50.000 millas (80.467,2 km), lo que antes ocurriese. En el caso específico de las baterías, tenían ocho años de garantía. Musk admite que ampliar la garantía impactará negativamente en sus beneficios a corto, ya que han de reservar más dinero para hacer honor a esa garantía.
Cuando un fabricante da una garantía elevada, inspira confianza. De si la garantía afecta o no a vehículos de servicio público (como taxis), Musk no lo ha especificado en el comunicado, habría que leer la letra pequeña. Todo esto se refiere al mercado de Estados Unidos al menos, no he leído en ningún sitio la palabra "worldwide" (en todo el mundo).
Que yo sepa, es la garantía más comprometida de la industria automovilística. No hay que perder de vista el hecho de que tanto Edmunds (ver enlace) como Consumer Reports (ver enlace) han experimentado problemas en sus pruebas de larga duración de este modelo, así que estamos ante una reacción de la marca.
La garantía de Tesla sigue siendo transferible de un dueño a otro, sin límite de dueños, por lo que los valores residuales de los Model S van a mejorar. Se podrá comprar un Model S con cinco años y tener más garantía que un competidor Premium recién salido del concesionario. Benditas sean las pruebas de larga duración.