Esta semana hemos conocido algunas pistas sobre las ayudas a la compra, no solo de coches alternativos, sino del futuro del PIVE después de ocho ediciones consecutivas en las que se han invertido unos 1.115 millones de euros. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2017 no contempla un plan PIVE como el conocíamos, pero sí uno de ayudas al vehículo eficiente.
Es de esperar, por tanto, que parece acceder a la ayuda pública a la compra de nuevos vehículos esa eficiencia se traduzca en un requisito de consumo o emisiones mínimo. Esto no dejaría de tener cierto aroma de paradoja si ese listón se basa en el desvirtuado ciclo de homologación NEDC, pero eso es otra historia.
A la vez, se ha confirmado que el Plan MOVEA con sus ya clásicos 16,6 millones de apoyo a la compra de coches vehículos eléctricos, a hidrógeno, a GNC, GLP y otras fórmulas alternativas repetirá. Ahora bien, el juego político actual va a retrasar la entrada en vigor, tanto del MOVEA como del "nuevo PIVE".
Según cálculos del director general de Kia Motors Iberia, Emilio Herrera, no será hasta después del verano cuando se pueda acceder a las ayudas. Esto viene a ratificar la irregularidad de las ayudas a la movilidad alternativa que se ha vivido en nuestro país en los últimos años.
Sin entrar a valorar si estas son la mejor fórmula para estimular el cambio en el transporte, la verdad es que esa falta de constancia en el tiempo no ayuda a que materializar el propósito principal de las mismas. Herrera ha ejemplificado con cifras esto, al afirmar que estando vigente el MOVEA se vendían al mes entre 15 y 20 unidades de vehículos alternativos, y que estos días la cifra ha bajado a entre 5 y 10 unidades.
Gracias a Miguel Ángel García Ovejero por la pista.
En Motorpasión Futuro | Que el Gobierno "confunda" movilidad eléctrica con alternativa no quiere decir que las ayudas aumenten 10 millones de euros
