Si los coches eléctricos son más caros que un modelo gasolina o híbrido equivalente se debe en gran medida al coste de las baterías, cuyas celdas utilizan materiales raros. Según las marcas, el coste de esa batería supone entre el 17% y el 30% del coste de fabricación del coche.
Ese elevado coste se traduce en un precio todavía más grande cuando por alguna razón es preciso sustituir la batería. ¿Cuán elevado puede ser? Estamos hablando de entre 4.000 euros a 33.000 euros, dependiendo de si hay que cambiar un módulo o toda la batería y en función de la marca.
¿Cuánto puede costar la sustitución de la batería de tracción de un coche eléctrico?
Las baterías son el corazón del coche eléctrico. Más que los motores eléctricos, que determinan la potencia del coche, las baterías son las que hacen que esa potencia se pueda explotar en mayor o menor medida (la capacidad que tienen de entregar y recuperar la energía), así como en gran medida la autonomía. A batería más grande, más autonomía.
El precio de una batería depende sobre todo de su química y de los materiales utilizados en ella, además de su fabricante, claro. Así, por ejemplo, una batería LFP (litio hierro fosfato) es más barata que una de iones de litio NMC (níquel manganeso cobalto).
A nivel de pack, es decir, batería completa, la primera costaba a finales de 2023 unos 130 dólares el kWh en China, mientras que una NMC, más densa energéticamente, costaba unos 150 dólares en Europa y unos 140 dólares en Estados Unidos, según datos de Bloomberg NEF.
Así, la batería de 75 kWh útiles un Tesla Model Y Performance fabricado en Alemania costaría más de 11.250 euros. En un coche de casi 60.000 euros, no está mal. En el caso de la batería de 87 kWh de un Renault Scenic Gran Autonomía fabricado en Francia, el coste subiría a más de 13.000 euros.
En el caso de un Ford F1-50 Lightning con una batería de 131 kWh, el coste ascendería a 18.340 dólares. Pero esos precios se ven multiplicados por dos e incluso por tres cuando se trata de sustituir la batería.
Volvamos al ejemplo de Renault. La impresionante batería de 87 kWh del Renault Scénic E-Tech en su versión Gran Autonomía vale la friolera de 25.000 euros en Francia. La batería de 60 kWh que las versiones de acceso del SUV equipan cuesta 3.000 euros menos, pero aún así son 5.000 euros más que en un Mégane E-Tech, que curiosamente equipa la misma batería de 60 kWh.
En cuanto a la del esperado Renault 5 eléctrico y su batería de 52 kWh cuesta 14.400 euros. Si bien son precios para el mercado francés, no difieren mucho de lo que se práctica en España. Y eso sin contar la mano de obra y otras piezas que pueden ser susceptibles de ser cambiadas en ese proceso.
Renault no es la única con precios tan altos. Cambiar la batería de un Hyundai Ioniq 5 con una batería de poco más de 80 kWh puede costar más de 33.000 euros. Es el precio que un cliente se vio dado en Canadá por la sustitución de la batería, un país con un IVA del solo 5%, por cierto.
Algunos usuarios de BMW se han visto proponer el cambio de batería de un BMW i3, fuera de garantía, por 17.000 euros. En Estados Unidos, el precio de una batería de un Ford F-150 Lightning Long Range costaría unos 4.400 dólares (4.000 euros) por módulo de batería y casi 36.000 dólares (32.000 euros) por la batería completa.
Sustituir la batería de un eléctrico es algo muy excepcional
El precio de una batería de tracción nueva en sustitución no es un problema en los primeros años de vida del coche, pues está en garantía y es bastante extensa. La mayoría de fabricantes proponen una garantía de ocho años y 160.000 km para sus baterías.
Pero atención, en términos de capacidad, la garantía se aplica únicamente cuando en ese periodo baja del 70% de la capacidad útil. En una batería de 100 kWh, quedarse con 70 kWh aún puede ser asumible, pero en un coche con una batería de 50 kWh que homologa algo más de 300 km de autonomía, supone quedarse en tan sólo 35 kWh. Y en ese caso, la autonomía se vería mermada considerablemente.
El temor a un posible cambio de batería se podría dar en los coches eléctricos usados más antiguos, con 15 años o más a sus espaldas. Aun así, la vida útil de la batería de un coche eléctrico es más larga de lo que se piensa. En condiciones óptimas, debería durar entre 15 y 20 años, dependiendo del fabricante.
Un estudio reciente realizado por Recurrent sobre 15.000 coches eléctricos en circulación entre 2011 y 2023 confirma que la sustitución de la batería es un hecho poco frecuente. De hecho, solo el 1,5% tuvo que cambiar la batería de su coche eléctrico.
La gran mayoría de las baterías sustituidas correspondían a modelos de vehículos eléctricos más antiguos lanzados antes de 2015. Entre los más afectados estaban el Tesla Model S y el Nissan Leaf. Lo deja planear una cierta incertidumbre en los modelos del mercado de segunda mano, aunque se puede saber cuánta vida le queda a la batería antes de comprar un eléctrico usado, y sobre la vida útil a largo plazo de los coches eléctricos.
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