Para entender la importancia que tiene el Chevrolet Corvette L88 dentro de su gama, simplemente basta con mencionar una cosa: hasta la llegada del Chevrolet Corvette ZR1 actual, ningún Corvette ha tenido un motor tan potente. Sus 567 CV de potencia máxima impresionan en un coche de hoy en día, así que en un coche con más de 40 años simplemente nos deja con la boca abierta.
Además, tiene este 1967 Chevrolet Corvette L88 Roadster tiene la particularidad de ser una edición extremadamente limitada. Sólo se fabricaron en aquel año 20 unidades con este motor, de las 22.940 unidades que se fabricaron en total. Limitada no, limitadísima.
Otro factor a tener en cuenta, de esta unidad en concreto, es que fue el primer 1967 Chevrolet Corvette L88 que se pidió a fábrica y perteneció a Tony DeLorenzo Jr., hijo del vicepresidente de relaciones públicas de General Motors en aquellos años. Y no lo usó para pasearse, sino para competir con él en la SCCA. Pasado tiene el coche, de eso no hay duda.
Aparte de que es una preciosidad con ruedas, como decía, su motor L88 V8 427 es una de las piezas más codiciadas dentro de los seguidores del ‘Vette. Su potencia máxima estaba declarada en torno a los 430 CV, pero realmente superaba los 550 CV con facilidad. Su par máximo, para asustar, 745 Nm. Un revienta asfalto.
Su velocidad máxima es todavía una marca difícil de superar, a no ser que tengas un superdeportivo. Imaginarme al volante de este 1967 Chevrolet Corvette L88 Roadster a más de 310 km/h me pone los pelos de punta. Había que ser muy hombre para alcanzar esta velocidad con un coche de aquellos años.
Si tienes una buena relación con tu banco, es posible que te preste lo que estimo que puede llegar a valer este coche en la subasta de Mecum’s Monterey Auction, aproximadamente un millón de dólares. Calderilla, ¿no? Viendo que otro similar, del mismo año, costó eso y era la versión coupé (menos exclusiva), no hace falta echar muchas cuentas.
Vía | Supercars.net
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