Lunaz se ha convertido en un especialista del retrofit, es decir, de la electrificación de coches clásicos. Y en su caso particular de los iconos del automóvil británico. Esta vez, es un Aston Martin DB6 el que se vuelve eléctrico.
El taller conocido por la electrificación de coches emblemáticos, como el Rolls Royce Phantom V, el Jaguar XK120 o el Range Rover Classic (el de primera generación), le ha echado el ojo a un nuevo icono británico, el Aston Martin DB6.
Puede que el DB6 no sea tan famoso como su predecesor, el DB5, el emblemático coche de James Bond, pero es uno de los coches más bonitos de todos los tiempos. Este elegante coupé se fabricó entre 1965 y 1971 y presenta una carrocería más alargada y aerodinámica que su predecesor.
El DB6 era algo más que un coche atractivo, era la lograda evolución del DB5. Contaba con un 6 cilindros en línea de 4.0 litros y 282 CV que otorgaba 400 Nm de par motor máximo.
Pero para Lunaz ese motor debe desaparecer. Lunaz empieza por restaurar el exterior y el interior del coche de forma más que exhaustiva. Primero escanean el coche para hacer un modelo en 3D, luego se trabaja en CAD tanto para la restauración y la integración del sistema eléctrico y, por último, corrigen a mano incluso las imperfecciones más microscópicas.
Posteriormente, Lunaz sustituirá todo el tren motriz de gasolina por uno eléctrico. Utiliza su propio motor, desarrollado bajo la dirección de Jon Hilton (ex ingeniero de F1).
Más potente y silencioso que el DB6 original
Las especificaciones exactas todavía no se han dado a conocer, pero si seguimos la lógica de Lunaz, deberíamos tener 390 CV y 700 Nm de par. Para la batería, depende mucho del tamaño del coche. En este caso, probablemente tengamos 80 kWh, frente a los 120 kWh del Rolls Royce Silver Phantom V, un coche mucho más grande que el Aston Martin.
En principio, dispondrá de carga rápida. Se habla de una autonomía de 410 km, suficiente "para largos viajes continentales", según Lunaz.
¿Por qué hacerle esto a todo un DB6? Pues por la sencilla razón que, según Lunaz, hay clientes dispuestos a ello. Clientes que quieren el estilo, la belleza y el prestigio de un DB6, pero que también quieren poder circular a su volante sin restricciones, especialmente en Londres.
En cuanto al precio, como se suele decir, si has de preguntar es que no te lo puedes permitir. Pero para quien insista, “los precios exactos se comunicarán en privado al solicitarlo, pero superan el millón de dólares a los que habría que añadir los impuestos locales”, según indican en Lunaz. Por cierto la conversión se puede hacer también con un Aston Martin DB5 o un todavía más antiguo DB4.
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