El preparador inhouse de Volvo, Polestar, ha decidido meter mano a la variante más potente del mastodonte sueco Volvo XC90, el T8 Twin Engine que combina un motor de gasolina con un propulsor eléctrico. El resultado es un discreto aumento de potencia que consigue colocar a este XC90 como el Volvo de producción más potente jamás fabricado por la marca.
Si bien la mejora de potencia no es escandalosa, pasar de los 400 CV de serie a 421 CV supone colocarse como el modelo más potente de la gama y también de la historia de la compañía (en turismos, se entiende). El sistema híbrido compuesto por un cuatro cilindros de 2 litros (334 CV) y un motor eléctrico (87 CV), también aumenta el par motor máximo combinado, que se eleva de 640 a 680 Nm.
Con todo, este XC90 T8 firmado por Polestar despacha el 0 a 100 km/h en sólo 5,5 segundos pero es que, además, gracias a los 43 kilómetros de autonomía exclusivamente eléctrica, el consumo homologado es de 2,1 litros. Eso sí, ya sabemos que las cifras de homologación para este tipo de vehículos, híbridos enchufables, son bastante sui géneris y es casi imposible acercarse a ellas en una conducción real.
En cualquier caso, además de esa dosis extra de potencia Polestar ha mejorado la respuesta al acelerador y ha optimizado la transmisión para que no ocurran cambios de marcha indeseados en pleno apoyo en curva.
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