Un agente de la Guardia Civil de Tráfico o de cualquier cuerpo policial nunca sabe con qué se va a encontrar al dar el alto a un vehículo. Siempre existen riesgos pero para reducirlos a la mínima hay una empresa que está trabajando en un agente robotizado con autoridad para multar y pincharte las ruedas del coche sin que el agente se baje del vehículo.
Esta primera versión tiene un aspecto bastante tosco, pero los encargados de su desarrollo ya están trabajando en una evolución capaz de llegar a ambos lados del vehículo con el uso de una especie de grúa que se coloca en el frontal del coche patrulla.
Las mismas multas con menos riesgo
La empresa encargada del desarrollo de este proyecto es GoBetween Robotics, una empresa encargada de la creación de todo tipo de robots, desde aquellos destinados a misiones espaciales hasta quirúrgicos, inteligencia artificial conversacional o satélites, y a su cargo se encuentra Reuben Brewer.
Según el ingeniero, cada año se realizan en Estados Unidos se da el alto a casi 17 millones de conductores, de los cuales unos 195.000 deciden utilizar algún tipo de fuerza física resultando unos 4.500 agresiones sobre los oficiales. Como consecuencia de estas agresiones se registran 100 muertes al año: 89 conductores y 11 policías.
Para evitar estas muertes innecesarias en GoBetween Robotics están desarrollando una especie de Robocop con un aspecto bastante rudimentario pero que complementa su outfit con un bonito casco de policía motorizado, que en nuestro caso sería fácilmente adaptado con el uso de una gorra de la Guardia Civil de Tráfico.
El funcionamiento del sistema es bastante simple porque el dispositivo se monta sobre un conjunto de raíles situados en el lateral del coche patrulla. Al dar el alto a otro coche este raíl se prolonga hasta alcanzar la altura del conductor y se despliega una especie de videoportero policial que, mientras el agente habla al conductor, despliega una barra de pinchos bajo el vehículo para evitar fugas innecesarias.
El sistema es puramente defensivo y sirve para comprobar datos y multar si fuera necesario, pero no lleva armas para evitar que ni el policía ni el conductor puedan resultar heridos o muertos. De esta manera se pretende acabar con las situaciones de riesgo.
Hace algún tiempo ya vimos cómo no es la primera iniciativa que se preocupa por la seguridad de los agentes de los cuerpos que se enfrentan a cualquier sorpresa al dar el alto a un vehículo. Este otro dispositivo utiliza un pleamiento similar pero lo aborda desde una perspectiva más libre, utilizando una especie de coche teledirigido impreso en 3D con una grúa y cámara, pero que parece imponer menos respeto. Sobre todo sabiendo que sólo recaudó 516 dólares de los 7.500 que esperaban conseguir para continuar con el proyecto.