Antes de la llegada del Porsche Cayenne el todoterreno que no faltaba, y sigue sin faltar, en ningún parking de coches de lujo y de la jet set es el Range Rover, la versión lujosa del clásico todoterreno de campo inglés.
Con este historial es extraño que el preparador Mansory haya esperado hasta ahora, concretamente al cuarenta aniversario de la marca, para presentar su versión del Range Rover.
Como es habitual en la marca la discreción no es una de sus virtudes: un kit de carrocería prominente en colores negro con inserciones en fibra de carbono, y como contraste las luces diurnas en forma de barras verticales y unas enormes llantas de 23 pulgadas con neumáticos 315/25/R23.
Para mejorar el comportamiento del Range Rover, Mansory ofrece potenciaciones para toda la gama de motores mediante la reprogramación de su electrónica, y rebajan su suspensión en hasta 30 milímetros.
En su interior encontramos elegantes tapizados de piel marrón y beige con una curiosa característica: un volante desnudo que elimina cualquier marca de su centro, y en su lugar podemos encontrar el distintivo de Mansory y la bandera de Suiza, su lugar de procedencia, al lado de la palanca de cambio.
Vía | WorldCarFans
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