"Los ricos nos conducen en blindados hacia el desastre". Los activistas climáticos tienen un nuevo archienemigo que no nos esperábamos: la Tesla Cybertruck

"Los ricos nos conducen en blindados hacia el desastre". Los activistas climáticos tienen un nuevo archienemigo que no nos esperábamos: la Tesla Cybertruck
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No sólo jets privados o supercoches de lujo, Tesla también está en el punto de mira de activistas climáticos a pesar de ser una marca exclusiva de coches eléctricos. Al menos en Europa. Su fábrica de Berlín ha sido objetivo de varios ataques y ahora se suma la Tesla Cybertruck.

Un grupo de ecologistas alemanes ha rociado la pick-up eléctrica de pintura naranja mientras se presentaba en Hamburgo al grito de "unos pocos ricos conducen blindados hacia el desastre".

"Un derroche sin sentido que como sociedad no nos podemos permitir"

La Tesla Cybertruck lleva meses de gira por Europa, a pesar de que esta pick-up eléctrica no se podrá vender en el Viejo Continente. La semana pasada recaló en Alemania y unos activistas de Letzte Generation irrumpieron en la presentación para vandalizar la pick-up eléctrica.

Lo hicieron tirando pintura sobre la Cybertruck al estilo de Just Stop Oil, cuyos actos ya son icónicos gracias a su pintura naranja que han rociado sobre un jet privado (creyendo que era el de Taylor Swift), el monumento milenario de Stonehenge o 'El Grito' de Munch.

Letzte Generation ha explicado sus razones en un hilo en Twitter y en un comunicado en su web. Más concretamente lo ha hecho Hendrik Fauer, ingeniero participante en la protesta, que tilda a la Cybertruck de ser un sin sentido para un coche eléctrico:

"La Cybertruck pesa casi tres toneladas, por lo que su enorme peso significa que consume una cantidad absurda de energía. Un derroche sin sentido que como sociedad no nos podemos permitir. A eso se suma su carrocería llena de bordes afilados: un desastre para la seguridad".

Y añade: "La pick-up eléctrica ilustra perfectamente a dónde nos han llevado las políticas antisociales de las últimas décadas: unos pocos ricos conducen blindados hacia el desastre, arrastrando a todos con ellos". Otra portavoz de estos activistas señala que ejemplifica a "multimillonarios influyentes que cumplen sus absurdas fantasías a costa de todos los demás y luego ganan dinero con ello".

"Máquinas de matar cada semana". Es la primera vez que ecologistas radicales vandalizan un coche de Tesla: los actos de protesta se habían centrado hasta ahora en su planta de Berlín. Su construcción ya fue objeto de polémica por la zona donde se ha levantado.

También ha recibido varios ataques por su ampliación, con actos pacíficos y otros no tanto. Por ejemplo en marzo de este año sabotearon la red eléctrica de esta fábrica incendiando una torre de alta tensión. Esto obligó a parar la producción. "Los ecoterroristas más tontos de la Tierra" dijo Elon Musk. El argumento del sudafricano, que Tesla hace coches eléctricos y que tiene "buenos objetivos ambientales". En mayo, también entraron por la fuerza en la planta.

Torre de alta tensión incendiada en la fábrica de Tesla en Alemania

Pero Vulkan Group, que fueron los activistas que incendiaron la red, opina que "Tesla devora tierras, recursos, personas, mano de obra y escupe 6.000 SUV y máquinas de matar monstruosas cada semana".

Con esto último se entiende se referían a la Cybertruck precisamente, aunque la planta de Berlín sólo fabrica de momento el Tesla Model Y. "Tecnofascista" es el término que usan para referirse a Musk. A este nuevo ataque Musk no ha respondido en Twitter.

En todo caso, las protestas han servido de poco: Tesla acaba de recibir el visto bueno para ampliar la planta de de Gruenheide que permitirá ampliar la producción de un millón de coches al año, así como de baterías.

Una mole que no se venderá en Europa porque no es legal. Además de rondar las 3,0 toneladas, la Tesla Cybertruck es una mole que roza los 5,7 m de largo y los 2,0 m de alto, con una carrocería en acero inoxidable plagada de aristas.

Esta fisonomía no cumple con la regulación europea actual por el peligro que supone para peatones y otros vehículos: si Tesla quiere venderla deberá redondear sus bordes. "Si tienes una discusión con otro coche, ganarás", presumió Musk en su momento de su mastodóntico retoño.

La modificación sería complicada de asumir, y sobre todo cara, así que es probable que no sea rentable. De hecho la producción de la Cybertruck es bastante escueta pese a los millones de pedidos que tiene en cola, porque sus paneles tardan en moldearse. Capricho de Musk, también ha sido un dolor de cabeza para la marca: "Cavamos nuestra propia tumba con la Tesla Cybertruck".

Además sus paneles son antibalas y llega hasta los 845 CV de potencia en su variante más bruta, la Cyberbeast de tres motores. Esta pick-up ya ha sido criticada incluso por defensores del coche eléctrico, aunque como otras pick-ups eléctrica puede tener sentido en el campo o como vehículo de trabajo.

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