El huracán Irma nos recuerda que los Tesla tienen más capacidad escondida en sus baterías, y esta es la explicación
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El huracán Irma nos recuerda que los Tesla tienen más capacidad escondida en sus baterías, y esta es la explicación

Irma pasará a la historia como el huracán más poderoso que ha azotado el Atlántico oriental. De momento, ya ha arrasado islas del Caribe, Cuba y ha dejado Florida como zona catastrófica. El desastre natural ha provocado una migración masiva hacia el norte: alrededor de 6,3 millones de habitantes fueron evacuados, y para favorecer la evacuación (y ante la petición de un propietario) Tesla liberó temporalmente el verdadero potencial de las baterías de los Model X 60D y los Model S 60 y 60D para ampliar su autonomía.

Este escenario presenta varias incógnitas. ¿Estarán preparados los vehículos eléctricos y las infraestructuras para afrontar migraciones masivas como esta? ¿Qué razón técnica hay para que un fabricante decida no usar la capacidad completa de una batería y limitarla? Y lo más importante, ¿qué habría ocurrido si Tesla no hubiera efectuado de forma gratuita la actualización?

El desabastecimiento

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El huracán Harvey, que devastó Texas hace tan solo unos días, fue un cruel recordatorio a eso que esgrimen algunos de que el calentamiento global es un invento de China para restar competitividad a Estados Unidos. Ha dejado a su paso al menos 70 víctimas y un millón de vehículos destrozados. Este último balance evidenció varios hechos que ya hemos abordado:

  1. Ante la destrucción de vehículos, las ventas de coches y los alquileres provisionales de vehículos se iban a disparar.

  2. Las acciones de los grandes de la industria iban a despegar, como ocurrió un día antes de que Harvey tocara tierra: la cotización en bolsa de Ford, FCA y General Motors comenzó a subir.

  3. La producción y el refinado del petróleo se vería afectada por los daños estructurales del huracán, provocando desabastecimiento y una subida de precios especulativa que fue atajada a tiempo, aunque se han producido subidas considerables que serán aún mayores en América Latina.

Exxon
Refinería de Exxon Mobil en Louisiana. Foto: Wikipedia/WClarke.

Es precisamente el punto número tres el que pone sobre la mesa el nuevo mapa de movilidad. La sustitución progresiva de motores de combustión por eléctricos y la adaptación de las nuevas infraestructuras tendrán que responder no solo a una gran capacidad de demanda, sino a los cada vez más frecuentes desastres naturales.

Sabemos que la tecnología autónoma mejorará la fluidez en el tráfico: con apretar un botón, podremos desentendernos de la conducción en un atasco, y esto implica que la máquina no efectuará adelantamientos bruscos y no permitidos para salir cuanto antes de la situación y que mantendrá la distancia de seguridad estipulada, lo que está demostrado que reduce los embotellamientos.

El AI traffic jam pilot de Audi puede hacer esto y esquivar obstáculos en la calzada si el espacio y las condiciones del tráfico lo permiten, y si no frenar y detenerse con solo pulsar un botón, por lo que la conducción será más segura.

Esto es un punto a favor frente a los vehículos de combustión tradicionales. Pero, ¿qué pasará cuando nos quedemos sin combustible o sin energía en las baterías? Un desastre implica desabastecimiento, caos, inundaciones, cortes de luz, y todo esto afecta a la movilidad por carretera. En Florida existen alrededor de 20 Supercargadores de Tesla, algunos con hasta ocho cargadores individuales así como veintenas de estaciones de carga en destino repartidas por toda la península.

Tesla Florida

Estas estaciones de carga no se enfrentan al desabastecimiento o la subida de precios del combustible, pero sí a un número aún reducido en comparación con las gasolineras tradicionales y a un posible corte de electricidad que pudiera interrumpir el suministro a los vehículos eléctricos. Y ante inundaciones (modo broma on), recordemos que aunque aquel dueño de un Tesla Model S hiciera del eléctrico un anfibio, no flotan.

Al problema de la autonomía y de los puntos de recarga se une el tiempo de recarga, mayor en un eléctrico que en el de un motor de combustión. Seguimos poniéndonos en el supuesto de un escenario catastrófico, en el que el tiempo es el recurso más preciado.

En los navegadores de los Tesla, en la pantalla, aparece en todo momento el estado de los Supercargadores actualizado y si hay algún tipo de restricción a la hora de 'repostar'. Tal y como informó Electrek hace unos días, tras el paso del Irma la mayoría de estaciones de recarga siguen operativas, por lo que ni el agua ni un eventual corte eléctrico las ha afectado (excluyendo las de los Cayos de la Florida).

Paga más, obtiene más, pero cuidando la vida útil

TESLA

Y ante el caos climático, el propietario de un Model S 60 le comunica a Tesla desde Florida que necesita disponer de otros 48 kilómetros para efectuar la evacuación de la zona del desastre. Tesla dice que sí, y dota a los propietarios de los Model S y X de la zona de una actualización del software temporal cuyo precio oscilaba antaño entre los 4.500 y los 9.000 dólares.

Antaño porque dejó de fabricarse en 2013 la versión del pack de 40 kWh al suponer únicamente el 4 % de los pedidos totales del Model S. Ahora los modelos estándar del Model X y el Model S se venden con una batería de 75 kWh.

Baterias Tesla Model S

Pero el sonado extra permitía alcanzar los 75 kWh en el pack de baterías, en vez de los 60 kWh, lo que nos lleva a preguntarnos qué habría ocurrido si Tesla se hubiera negado a proceder a esa actualización remota o si un cliente no dispone del capital suficiente como adquirir ese extra, que le permita, en una situación de vida o muerte, huir.

¿Es esta decisión de no usar toda la batería una consecuencia del sistema capitalista en el que nos movemos? A primera vista, la respuesta podría ser "sí". Si quieres más autonomía, paga más. Si quieres saltarte la cola en un parque de atracciones, paga más. Si no querías haber muerto ahogado en el Titanic, haber ido en primera clase. Es como como cuando un fabricante usa el mismo bloque motor y ofrece diferentes potencias, pero en este caso responde a un motivo.

El hecho no usar toda la batería y "capar" la capacidad al 80 % responde al hecho de aumentar el tiempo de vida de la misma. Al igual que los smartphones y los ordenadores, se apagan con un porcentaje determinado de batería y no al 0 %. Lo mismo ocurre con el 100 % de carga de la batería; ni se llega a cargar al 100 % ni a descargar del todo por cuestiones de vida útil.

Tesla Model S 2017 10

Si no se limita la autonomía por carga y se permite que la batería rinda al 100 %, se reduce el número de recargas antes de que la batería quede inutilizada. Con las limitaciones, reversibles a posteriori y previo pago, se alargará la vida útil de la misma.

La degradación de la batería tiende a ser acusada al principio, pero a medida que se hacen kilómetros, se ralentiza mucho y se mantiene más estable.

El problema viene ante una migración masiva, como la que ha tenido lugar en Florida, en la que los afectados han tenido que pedir mayor autonomía para poder escapar. Ante la pregunta de si podríamos realizar una evacuación masiva en un eléctrico, la respuesta es que aún necesitamos más autonomía para evitar tener que acudir al fabricante como último recurso.

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