Muchos son los fabricantes de superdeportivos que han apostado por la tracción total, y es que la disparatada escalada de potencia hace que sea la opción más sencilla para poder transmitir toda esa fuerza al asfalto. McLaren Automotive, por su parte, sigue recurriendo a la clásica configuración de tracción trasera, a pesar de que sus modelos ganan potencia con cada evolución.
Tanto el McLaren 720S de 720 CV como el McLaren P1 de 916 CV se apoyan únicamente en sus ruedas traseras para propulsarse, pero esto podría cambiar en futuros modelos, tal y como ha reconocido a la revista Car&Driver Mike Flewitt, el máximo responsable de la compañía inglesa.
McLaren prefiere la ligereza y la esencia de la propulsión, pero también es consciente de que con tales potencias se hace cada día más complicado que el eje trasero pueda digerirlas, haciendo trabajar duro a las ayudas electrónicas. Aún no se ha alcanzado el límite, pero ya piensan en la tracción integral.
"Todavía no hemos llegado a ese punto, pero diría que nos estamos acercando al límite. No estamos pensando aún en la tracción a las cuatro ruedas pero somos conscientes de que es un rumbo que podríamos querer tomar", afirma Flewitt.
En cualquier caso, McLaren no quiere tener que llevar la potencia del motor central al eje delantero, por lo que su idea es más bien equipar éste último con un motor eléctrico y crear así una configuración híbrida que permita la tracción a las cuatro ruedas sin demasiado peso adicional. "Desde el punto de vista de la ingeniería, no tiene sentido llevar un eje de transmisión a través del coche", concluye Flewitt.
Por último, y en la eterna búsqueda de la máxima ligereza, McLaren también está pensando en renunciar al subchasis trasero en sus coches para montar el motor sobre el propio monocasco de carbono, como en los coches de carreras. El principal reto en este sentido es cómo conseguir que el coche siga siendo cómodo y apto para un uso normal en carretera.
Vía | Car & Driver