China y su aire (muy) contaminado en las grandes ciudades es algo ya notorio. Pero el país está intentando contrarrestarlo y cambiar la situación con nuevas leyes sobre las emisiones de los vehículos, entre ellas se quiere impulsar el uso del coche eléctrico. Claro que simplemente con eso no es suficiente.
Entre los numerosos cambios en la normativa china, hay uno que afecta directamente a los superdeportivos. Y el resultado es que muchos de ellos ya no se pueden importar en China. Y eso es una mala noticia para la industria europea (al menos para este año).
Es evidente que limitar la entrada de los superdeportivos no va a cambiar el estado del aire chino, pero se da la casualidad que afecta a estos modelos, y sobre todo representan el cambio que está operando china.
Así, según explican en el Financial Times y rescatado por Autocar, los coches con una producción baja -como los superdeportivos- estaban hasta ahora exentos de una prueba de homologación de sus emisiones ya que anualmente recorren menos de 5.000 km. Sin embargo, la nueva normativa les obliga a demostrar las emisiones de esos vehículos tras 160.000 km.
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El resultado es que marcas como McLaren no ha podido todavía vender una sola unidad de los 720S y 570S Spider, mientras otras, como Morgan, han visto como no podían entregar los coches a los clientes hasta que pasasen una nueva homologación. Y no es algo únicamente británico, según el Financial Times, Lamborghini también estaría viendo como la venta de sus modelos queda suspendida.
De todos modos, es sólo un bache en el camino. Es solo una cuestión de tiempo que los fabricantes homologuen de nuevo sus coches para el mercado chino. Ninguna marca dejaría pasar la oportunidad de operar en un mercado automóvil de lujo que debería crecer para alcanzar los 3 millones de coches al año. Y es que el número de millonarios no deja de crecer en China, en 2016 eran un 10 % más que en 2015.