La DGT no cesa en su labor de colocar nuevos radares fijos en las carreteras de toda España y ni siquiera el archipiélago canario se libra. Recientemente han instalado siete nuevos radares fijos en la autopista GC-1 en Gran Canaria, y algunos se han tomado la ley por su mano con dos de ellos antes incluso de que empezasen a funcionar.
Hoy mismo tenían que entrar en funcionamiento, pero a primera hora de la mañana han aparecido dos de ellos rotos. Les habían roto las lentes a través de las cuales se caza a los que se pasan con el pie derecho, y lo más curioso del tema es que según el Diario de Las Palmas, han sido los propios automovilistas los que han avisado del sabotaje.
El mismo medio indica que los arcenes en la zona dónde estaban instaladas las cajas metálicas de los radares son prácticamente inexistentes, y que por tanto debieron ser una o varias personas las que caminando, se acercasen de noche antes de las cinco y media de la mañana martillo en mano para llevar a cabo su “hazaña”.
Los destrozos no afectaron por igual a todas las cajas de radares, ya que la más dañada fue una de ellas situada en dirección sur en la que se encontraba en ese momento dentro el cinemómetro, que puede tiene un precio dependiendo de las características que supera los 40.000 euros.
Por lo general, la DGT instala cámaras de seguridad en las cercanías de los radares fijos para disuadir a los que piensan en cargarse un radar o pillar “in fraganti” a quien se atreva a hacerlo. Posiblemente al tratarse de radares tan nuevos no estuviesen todavía colocadas dichas cámaras, así que puede que “los hombres del martillo” se hayan ido de rositas.
Gracias a spoonsports por la pista.
Vía | Diario de Las Palmas
