Recientemente se han hecho públicos los resultados de la última campaña de vigilancia de la DGT con motivo de las vacaciones, del 11 al 24 de Agosto. La DGT afirma que el 97% de los vehículos controlados cumplían con los límites de velocidad, con 33.500 denunciados y sólo 7 casos de delito por superar en más de 80 Km/h la limitación establecida. Ojo, que Catalunya y Euskadi están fuera de estos datos por la transferencia de competencias.
Se hicieron más controles en carreteras convencionales que en vías rápidas, con lo que podemos hablar de una vigilancia más pensada en la seguridad que en la recaudación (odio esa palabra). Es más, cerca del 60% de las infracciones fueron notificadas por agentes de la Guardia Civil poco después de la infracción, el resto postales.
Ahora bien, ¿podemos pensar realmente que los conductores respetan tanto los límites de velocidad? Sí y no.
Por un lado, sabemos que los controles son fijos y móviles, y que la gran mayoría de los conductores no disponen de los chivatos electrónicos que avisan de la presencia de radares, los famosos detectores, los que no se pueden tener legalmente. Con lo cual, podemos tender a pensar que sí hay un mayor respeto por los límites de velocidad.
En cambio, si nos atenemos a la función de los radares, que consisten en detectar la velocidad en puntos concretos, el argumento pierde peso. En realidad hay que hablar que el 97% de los conductores respetaban los límites en los puntos en los que esa magnitud era vigilada, no que sea tan extendido en España el respeto por los límites de velocidad.
De todas formas tengo una teoría. Más que se haya extendido la cultura de respeto al límite de velocidad, hay otro factor a tener en cuenta: la situación económica. El combustible está caro, sobre todo el gasóleo, y los bolsillos están más afectados que en los años más inmediatos. La velocidad cuesta dinero en relación no proporcional, es una relación que se dispara desde los 100-120 Km/h.
Durante el mes de Julio me quedé perplejo por la cantidad de coches que adelanté en la A-3 circulando a 110-120 Km/h, cuando en otros viajes mi recuerdo era que a menos velocidad que yo sólo iban los camiones, los autobuses y algunos ancianos en coches “carne de desguace”. De hecho, apenas vi coches pasar de ~140 Km/h, y ver realmente rápido, sólo a un BMW 630i.
Los españoles están levantando el acelerador, sí, pero más que nada, por lo que han subido los costes de desplazamiento. De todos modos se cumple la máxima de “el que no corre, no le multan” y que la contribución a la recaudación es más voluntaria que forzosa. En la DGT estarán muy satisfechos con estas cifras, pero no creo que todo sea achacable a su trabajo, que el bolsillo hace lo suyo, y a fin de cuentas, es donde más nos duele.
No hay mal que por bien no venga, miles de conductores habrán descubierto que, aunque haya sido por la imposición de la economía, circulando a velocidades más moderadas no se duermen. Sólo tardan un poquito más, con menos gasto, menos ruido, menos presión de ser pillados, menos insectos muertos contra el paragolpes, etc.
El tema ya lo analicé antes para Circula Seguro, antes de conocer las cifras.
Fuente | DGT
En Motorpasión | La DGT estrena 190 nuevos emplazamientos de radares fijos para Agosto