Las campañas de concienciación de seguridad siempre suelen buscar el impacto. Sirven como ejemplo los de la DGT. Pero más allá de la carretera, también las encontramos enfocadas a la seguridad ferroviaria. Y esta lanzada hace 15 años, se ha hecho viral no hace mucho en Twitter.
Se trata de un corto en stop motion encargado por Latvian Railways, es decir el servicio ferroviario de Letonia. Y advierte a los niños de los peligros de jugar en las vías, tornando en una suerte de película de miedo con el tren emulando al mismísimo Peterbilt 281 de 'El diablo sobre ruedas'.
'Duel' tren edition y más cortos terroríficos
El anuncio comienza con unos niños divirtiéndose en las vías del tren jugando al clásico de poner una moneda sobre el raíl que, al paso del tren, queda aplastado. Luego hacen lo propio con una piedra y después con una rama que, dada su envergadura, acaba ocasionando que el tren descarrile.
Aquí comienza el surrealismo: la locomotora del tren comienza a perseguirlos por toda la ciudad incansablemente como si fuera el Peterbilt 281 con el Plymouth Valiant Signet en el film de Steven Spielberg. Hasta el punto que no ceja en su empeño ni siquiera cuando le intentan dar esquinazo metiéndose en una casa: los sigue escaleras arriba hasta acabar derribando las paredes del hogar.
"¿Y ahora qué?", les pregunta a los niños el enfadado y persistente conductor de la locomotora, mientras los pobres tiemblan aterrorizados tras un mueble. Después da el paso al lema del spot: "Con los trenes no se juega".
Un no parar de anuncios locos. El caso es que este corto de menos de un minuto de duración, no fue el único de aquella campaña firmada por Latvian Railways, allá por 2008. Se lanzaron varios, también dirigidos a conductores o peatones adultos.
Por ejemplo, este muestra a un conductor extranjero liándola bastante en la carretera, pero sobre todo en un paso a nivel: se empeña en pasar pese a que la barrera está cerrada, su coche se atasca en plena vía y acaba siendo arrollado por el tren.
O este otro enfocado a aventurados peatones que cruzan las vías de tren. Escenifica a una mujer que, para ir a la compra y a modo de atajo, cruza varios raíles. Al final, por no atropellarla, tienen que cambiar las agujas de las vías y el tren acaba destrozándole la casa.
Aún más bizarro si cabe, que muestra a un joven andando por la vía escuchando música con unos auriculares. La escena no tiene mucho sentido en sí, pero el caso es que el vídeo acaba con el viandante desnudo salvándose de milagro de ser atropellado y con el tren destrozando los auriculares bajo sus ruedas.
Obviamente, el mensaje es más que correcto, pues al final hablamos de que tanto peatones como conductores se pueden jugar la vida con este tipo de actitudes ante las vías de un tren. Pero quizá la forma de intentar concienciar sobre ello, no tanto. Sea como fuere, la campaña debió ocasionar su impacto y de hecho ahora lo sigue haciendo gracias a resucitar como comidilla en Twitter.