Como buenos vehículos que son, las autocaravanas y furgonetas camper están sujetas a su aprobación en la ITV. Si queremos circular legalmente en carretera tenemos que pasarlas exámenes periódicos y han de tener un trato relativamente especial.
No son turimos ni tampoco son furgonetas, son vehículos vivienda que como tal cuentan con innumerables elementos. Así que hoy vamos a hablar de cómo preparar una autocaravana o furgoneta camper para la ITV.
Las autocaravanas y furgonetas camper en la ITV
Llega el buen tiempo así que toca ir pensando en las vacaciones, y eso para muchos supone poner a punto la autocaravana o la furgoneta camper, así que una de las tareas principales es revisar cómo vamos de ITV. Si toca pasarla es momento de tener en cuenta algunos puntos.
Documentación de la autocaravana y furgoneta camper
Lo primero que se revisa en las ITV al acudir con la autocaravana o la furgoneta camper es la documentación. Siendo vehículos vivienda, en su interior hay innumerables elementos que deben estar tanto homologados en su construcción como correctamente instalados y reflejados debidamente en la ficha técnica.
No es de extrañar por lo tanto que en una furgoneta camper que originalmente era un vehículo industrial con un habitáculo sencillo y una caja vacía, en la ficha técnica homologada aparezca un apartado de observaciones kilométrico con todos los equipamientos que se hayan añadido.
Equipamiento interior
Cámaras de visión trasera, mobiliario, calefacción estática, placa solar, ventanas y claraboyas... Toda modificación sustancial tanto del interior como del exterior del vehículo ha de quedar reflejado en la ficha técnica.
Especial atención hay que prestar a la instalación eléctrica, que deberá estar en buen estado incluyendo interruptores, cableado, baterías y cajas de fusibles, aunque es un punto que no suelen revisar los operarios.
Lo que sí o sí hay que tener bien al día es la instalación de gas (si la hubiera), con el correspondiente certificado y documentación pertinente. Por ejemplo, la goma del capuchón de las bombonas caduca cada cuatro años, los capuchones deben ser homologados y funcionar correctamente y el respiradero ha de estar despejado.
Lo mismo pasa con los depósitos de agua, que deben estar exentos de fugas y con la toma exterior y la salida de aguas correctamente instaladas, fijadas y en buen estado.
Revisión común del exterior y otros elementos específicos
En la revisión exterior las autocaravanas y furgonetas camper llevan el mismo procedimiento que cualquier otro turismo. Se comienza revisando el número de bastidor y el vano motor, y se comprueba que el chasis tenga el mismo número que aparece en la documentación.
Lo siguiente es la revisión de luces, cláxon y limpiaparabrisas, continuando por el estado de los neumáticos y sus medidas. Para estos vehículos con un peso elevado no vale cualquier neumático y hay que prestar atención al índice de carga, ha de ser el mismo que aparezca en la ficha técnica.
A esta revisión general hay que añadir los elementos propios de estos vehículos vivienda como pueden ser las ventanas, claraboyas o retrovisores extendidos que pueden exceder de las dimensiones originales del vehículo. Por supuesto estas modificaciones tienen que estar registradas en la ficha técnica, al igual que el peso. Un cambio que se hace posteriormente a la transformación y en el que se recogen todos los cambios.
El operario también examinará la parte inferior de la furgoneta camper o autocaravana en busca de signos de deterioro que puedan ser peligrosos, desgastes o fugas, así como elementos accesorios que pueden montarse en el exterior como los portabicicletas, escaleras o bacas.
Cuestiones técnicas comunes
Normalmente lo siguiente es entrar en la parte técnica, subiendo el vehículo a los rodillos para comprobar el frenado. Esta prueba es especialmente importante en una autocaravana o furgoneta camper porque son vehículos con un peso considerable tanto por el propio vehículo como por todo el equipamiento, carga, equipaje y personas que van a circular en su interior.
Primero se examina la correcta frenada del eje delantero, comprobando que haya capacidad de frenada suficiente en cada rueda y que se ejerza de manera similar al mismo tiempo, y posteriormente se hace lo propio con el eje trasero: primero con el freno de servicio y luego con el freno de estacionamiento.
A continuación toca examinar suspensiones y dirección subiendo el vehículo a unas placas que se mueven y con las que el inspector puede detectar holguras. Algo también fundamental para este tipo de vehículos en los que de nuevo por el peso estos elementos pueden sufrir más de la cuenta.
Por último toca examinar las emisiones de gases contaminantes y partículas, una prueba similar a la que se realiza con cualquier otro turismo.
Periodicidad y establecimientos
Hay que señalar que no todas las autocaravanas y furgonetas camper pasan la ITV con la misma periodicidad; varía en función de ciertas características técnicas.
Una autocaravana o furgoneta camper nueva deben pasar la primera ITV pasados cuatro años desde su primera matriculación, a partir de ahí habrá que acudir a la ITV cada dos años. Una vez el vehículo cumpla 10 años las ITV serán anuales o semestrales, dependiendo de la categoría bajo la que hayan sido homologadas.