Se sigue destapando información sobre el “electrosoplo”, o el espionaje industrial a Renault. Por lo visto, los tres ejecutivos apartados cautelarmente de sus funciones recibieron jugosos sobornos en cuentas bancarias de Liechtenstein y Suiza. ¿De dónde venía el dinero? De China.
Las pistas convergen en una empresa energética de ese país, que ingresó entre 150.000 y 500.000 euros a esos ejecutivos para revelar información muy valiosa sobre coches eléctricos. El contraespionaje francés está en el ajo, y aunque no han acusado formalmente a nadie, el Gobierno de China ya se ha puesto a la defensiva.
Aunque Renault no ha hecho declaraciones sobre este tema, según el diario francés Le Monde, hay tranquilidad en Renault y no creen que se haya perdido tecnología aún sin patentar. Dado el volumen de negocio que supondrá todo esto, es una prioridad para Renault proteger sus secretos industriales, sobre todo habiendo de por medio dinero público de Francia en I+D.
En los próximos dos años, Renault va a poner en la calle cuatro modelos eléctricos: Fluence Z.E., Kangoo Z.E., ZOE y Twizy. Por otro lado, Nissan ya ha puesto en la calle el Nissan Leaf. La diferencia fundamental de la apuesta Renault radica en que las baterías no serán del comprador, sino de la marca, que dará un servicio de alquiler y mantenimiento.
Mientras que el ministro de exteriores de China habla de “acusaciones sin fundamento”, lo cierto es que tienen bastante fundamento. El ya primer mercado automovilístico del mundo crece tan rápido que puede acabar colapsando la emergente potencia si no se contempla un parque considerable de coches eléctricos.
Las razones son bien sencillas: contaminación y consumo de recursos energéticos. Obviamente un coche eléctrico en un atasco ocupa el mismo espacio que uno de motor térmico, pero el impacto energético y de la calidad de aire no es el mismo. ¿A quién mejor para espiar que a uno de los fabricantes que más adelantado lleva el trabajo?
Vía | El Mundo Motor
Fuente | Le Monde, Le Figaro (ambos en francés)
En Motorpasión | Renault es víctima de un caso de espionaje industrial
