Visto en un artículo previo todo lo relativo a motores, versiones, equipamientos y precios en España del nuevo SsangYong Korando 2014, toca ahora comentaros nuestras impresiones de conducción durante la presentación del modelo entre Madrid y Segovia. Hay que decir, para empezar, que cualquiera que haya conocido al anterior Korando, y pruebe el nuevo, estará de acuerdo en reconocer que el coche ha mejorado claramente en varios aspectos.
Hemos tenido ocasión de conducir el diésel de 149 CV, y también el gasolina adaptado a GLP de 149 CV, ambos con tracción delantera y cambio manual. Mucho más brevemente también hemos podido conducir el diésel de 175 CV, con tracción total y cambio automático.
Interior nuevo
Siendo la misma carrocería, y tratándose de un restyling, el coche en esencia es el mismo que era antes, salvo por lo estético. La parte frontal es la que más cambia, con paragolpes, parrilla y faros completamente nuevos, que le dan un aire diferente, menos redondeado y un poco más anguloso y atrevido. El capó también se retoca ligeramente.
Todas las versiones desde la más básica incorporan luces de circulación diurna LED en los faros. En ningún momento, ni siquiera como opción, hay faros de xenón, o Full LED. Los cambios en la parte posterior son mucho más sutiles, cambian los pilotos, que ahora incorporan la luz de posición LED, y cambia el escudo de la marca (y nada más). Exteriormente las llantas de aleación son todas de nuevo diseño.
El interior eso sí es nuevo casi por completo. El salpicadero es totalmente nuevo, los paneles de las puertas también, pero otros elementos como el volante o la prolongación de la consola central y el reposabrazos, son los mismos, o con ligeros retoques.
El cuadro de instrumentos es nuevo "a medias": las dos versiones más básicas llevan los mismos instrumentos que antes, las dos versiones más altas de gama llevan el nuevo cuadro, más vistoso sobre todo por la iluminación. Los asientos también me han parecido los mismos por diseño, aunque con diferente tapicería.
La "pega" del nuevo diseño del salpicadero es que la pantalla de 6 pulgadas del navegador GPS no queda integrada en el mismo, sino que es un navegador exento de TomTom que se coloca sobre el salpicadero. La visibilidad es buena pues queda más alto, y aunque se ha pensado una solución para que reciba alimentación, queda como un apaño.
Lo que sí se puede afirmar es que la calidad visual percibida en el interior ha mejorado. La parte alta del salpicadero tiene una textura suave y acolchada, la franja de estilo madera en acabado satinado no tiene mala apariencia (ojo que podrá gustar o no según gustos), y otros plásticos duros tienen un aspecto aceptable.
En general se puede decir que el interior parece menos austero y sencillo que antes. Hay que decir que su calidad de acabado es buena, sin grandes pegas que ponerle, pero no transmite tampoco una calidad de notable o sobresaliente como la de otros modelos del segmento, que eso sí, son también algo más caros.
No digo que la sensación de este coche sea mala, pero para que nos entendamos, tampoco llega a ese punto de refinamiento y cuidado por todos los detalles como otros modelos. Los ajustes están bien, el tacto de los botones está bien, y hay que ser observador para percibir pegas.
En ese sentido es un coche sincero, quien quiera los acabados de un nuevo Nissan Qashqai o de un Volkswagen Tiguan, que los pague, quien no necesite el interior mejor acabado del segmento, y sin embargo sí quiera ahorrar un dinero, tiene al Korando. Eso sí, está mejor acabado y no es tan austero como un Dacia Duster, por si alguno se lo preguntaba.
Espacio sobresaliente
El espacio interior no cambia con respecto al Korando conocido, y del que tenéis más detalles en la prueba completa que realizamos en 2012. Es uno de los todocamino de tamaño medio más espaciosos que se pueden encontrar. Hay mucho espacio tanto delante como detrás, tanto para las piernas, como en altura libre al techo o anchura. Destaca el espacio para las piernas en las plazas traseras y que su suelo es prácticamente plano.
El respaldo de los asientos me ha parecido cómodo, con buen apoyo lumbar, ni muy duro ni muy blando. La sujeción lateral es correcta. No me convence del todo la longitud de la banqueta, un poco corta para mi gusto. Lo cierto es que el suelo del coche queda bastante alto, y la posición de conducción es alta también, eso es una ventaja en cuanto a visibilidad y para aquellos que valoren conducir "dominando" el entorno.
Pero lo que sucede con el asiento del acompañante es que no se regula en altura, así que las rodillas quedan algo más bajas que la cadera, por lo que ir de pasajero no terminó de resultarmente cómodo. En el asiento del conductor, que sí puede regularse en altura, esto no pasa de la misma manera, pero se sigue yendo alto.
El maletero es grande, 486 litros, y también es de los más capaces del segmento. Hay un pequeño doble fondo compartimentado para llevar herramientas, por ejemplo. Me ha parecido muy interesante la versatilidad de los asientos traseros.
Su respaldo se puede reclinar en varias posiciones, para ir más vertical, o más reclinado. Además se pueden abatir por separado en dos partes asimétricas, descendiendo la banqueta y quedando el respaldo plano y al mismo nivel que el suelo del maletero (esto lo había visto también por ejemplo en el nuevo Honda Civic). Me parece muy práctico y cómodo.
Al volante del nuevo SsangYong Korando
El tacto de conducción del nuevo Korando viene a transmitir una sensación parecida al interior: ha mejorado, no está nada mal, pero tampoco tiene ese toque de refinamiento que se puede encontrar en otros modelos del segmento, pero que de nuevo son también más caros.
La suspensión me ha parecido de dureza intermedia, no resulta incómoda si uno se mete por caminos de tierra, ni por asfalto irregular, y aunque deja cabecear o balancear algo la carrocería, no es mucho teniendo en cuenta la altura libre al suelo y el tipo de coche. Por distribución de pesos el coche tiende a ser un poco subvirador.
Siento decirlo, pero los neumáticos Kumho que montaban estos SsangYong Korando no me transmitieron buenas sensaciones sobre asfalto. Quizás era porque son neumáticos de verano y por la mañana hacía bastante frío, pero en alguna curva cerrada, sin superar los límites, se podía notar que tendían a deslizar más bien pronto. Si tenemos un buen bastidor, pero el neumático no acompaña, el coche no transmite tanta seguridad como podría.
El tacto de la dirección asistida tira a blando, pero es un poco curioso, tuve la sensación de que un pequeño ángulo de giro, a partir de la posición central, apenas se nota en la ruedas, y que hay que girar un poco más el volante para notar giro efectivo.
Esto mismo ya pasaba con la anterior generación, y no parece que haya cambiado. Si fuera un poco más directa desde el principio ganaría precisión (aunque es probable que muchos conductores terminen ignorando este matiz).
El tacto del cambio manual sigue la tónica general, sensaciones intermedias. No es muy blando, tampoco es impreciso, pero su tacto un poco mecánico no termina de enamorar. El tacto de los pedales es mas bien blando, en especial el embrague, muy blando, suave y descansado, aunque un poco alto. El cambio automático lo usé poco tiempo, pero me pareció que hacía bien su trabajo, sobre todo con suavidad.
Un cambio importante tiene que ver con el ruido percibido en el interior, proveniente del motor. SsangYong dice que han mejorado el nivel de ruido y vibraciones, entre otras cosas con nuevos soportes para el motor. Y es cierto. El SsangYong Korando no es un coche ruidoso.
En condiciones normales los motores se oyen poco, a velocidad de crucero por autopista resultan bastante silenciosos. Solo el diésel al ralentí y en frío es algo rumoroso, pero sin ser molesto, ni ser tan furgonetero como antes. El motor de gasolina es silencioso desde el ralentí, aunque en ambos al acelerar a fondo y subir de vueltas el motor, me ha parecido que se percibe algo más de ruido que en otros modelos.
En cuanto a ruido aerodinámico hay que decir que es bastante contenido, incluso siendo un coche alto. A velocidad elevada se puede notar algo de ruido de los espejos retrovisores, sin que sea molesto. El ruido de rodadura tampoco me pareció molesto.
¿Diésel, gasolina o GLP?
El motor diésel de 149 CV y cambio manual me parece que mueve razonablemente bien al coche. Tiene mucho par motor, pero por debajo de unas 1.700 vueltas se vuelve un poco perezoso, y por debajo de las 1.500 se oye que el motor gira incómodo. Por encima se nota que la cosa cambia bastante y sí que se hacen patentes los 360 Nm de par. En sexta a 120 km/h el motor gira a unas 2.000 rpm, tranquilo y con muy poco ruido, con suficiente reserva de potencia para moverse.
Su consumo no es muy alto para su potencia y el peso del coche. En conducción normal, sin prestar mucha atención a gastar poco, con mezcla de autopista a 120 km/h y carreteras secundarias (y más bien subiendo), vino a consumir según computadora, unos 6,3 l/100 km (homologa 5,8 l/100 km).
El motor diésel de 175 CV, tracción total y cambio automático tampoco parece correr mucho más que el diésel de menor pontencia y manual. La caja suaviza un poco la sensación, es decir los 26 CV de diferencia se notan, aunque un poco maquillados. El consumo eso sí es algo más alto.
El motor de gasolina de 149 CV es suave, y no consume demasiado, unos 8,0 l/ 100 km en conducción normal, según la computadora, pero no admite comparación con el diésel. El motor mueve al coche, sí, pero no sobra motor y me pareció bastante justo.
Hay que jugar con el cambio y subirlo de vueltas para darle un poco de alegría al coche, y aún así tampoco hay mucho más. Diría que los desarrollos de cambio son un poco largos, sobre todo la quinta y sexta velocidades, lo que lo hace menos elástico.
La diferencia de par motor entre gasolina y diésel es muy grande. 169 Nm más de par a favor del diésel, y hablando de un coche pesado, más de 1.600 kg, eso se nota mucho. Así que por respuesta del motor me parece mucho más recomendable y agradable de conducir el diésel.
La versión de gasolina adaptada a GLP viene a perder un 5% de potencia. Si este motor de gasolina me pareció justo, con GLP pues un poco más justo aún. Iba yo solo en el coche y en autopista a 120 km/h en sexta, y hasta en quinta, me costaba mantener la velocidad en cuanto había un poco de pendiente (un poco). Imaginándome el coche lleno, con toda la familia y el maletero hasta arriba, no sé qué sería de él.
Como es una adaptación en taller, la computadora de a bordo no indica el consumo de gas, así que no puedo deciros cuánto consume por experienca propia. Me comentaron en SsangYong que de consumo en condiciones reales anda en unos 9,5 l/100 km de GLP, y medio litro de gasolina más. O sea que hacer 100 km viene a costar unos 7,40 euros. Con el diésel puede salir por unos 8,70 euros.
El Korando GLP Sport sale por 20.400 euros, el Korando diésel Premium sale por 19.700 euros. Aunque el equipamiento no es el mismo, pues el diésel viene con alguna cosilla más como el navegador GPS TomTom, el Korando GLP son solo 700 euros más caro y en unos 54.000 km podría amortizarse.
Por coste de uso el Korando a GLP puede competir con el diésel, pero por agrado de conducción no. Así que el de GLP me parece recomendable para quien guste de conducir tranquilamente, y sobre todo lo vaya a hacer por ciudad. No se arruinará, y por lo menos el filtro de partículas del diésel tampoco le dará quebraderos de cabeza. En cambio para quien quiera viajar, llevar carga y tener más fuerza y energía bajo el pie, tiene que mirar al diésel, sin duda.
En síntesis, desde 16.450 euros el gasolina, 19.700 euros el diésel de 149 CV, muy bien equipado ya, y 21.700 euros en 4x4, y sin tener que entregar un coche "viejo" a cambio, el SsangYong Korando 2014 es un coche que se debería mirar todo aquel conductor que busque un todocamino con un presupuesto muy ajustado.
En Motorpasión | SsangYong Korando 2014, versiones, equipamientos y precios en España