Una vez visto el exterior y el interior del Opel Mokka, vamos a ver qué tal se mueve, y lo probaremos en una doble vertiente: diésel CDTI 1.7 de 130 CV y tracción delantera, y gasolina Turbo Ecotec 1.4 de 140 CV y tracción total adaptativa. El CDTI aparece en las fotos en color azul Boracay, mientras que el Ecotec Turbo 4x4 es de color rojo Terciopelo. Ambos van bien servidos de paquetes adicionales.
También los dos vienen equipados con cambio manual de seis relaciones, lo que nos permitirá jugar con ellos en plenitud de condiciones. Y si de condiciones hablamos, habrá que evaluar por dónde nos metemos con unos coches que se venden más como compactos grandes que como todoterrenos... en España. Pensemos que tras Alemania su mercado va a ser Rusia, allí donde la nieve y el frío.
Y hombre, algo de fresco hace, pero la nieve no se atisba. Algo habrá que hacer si queremos probar las capacidades de estos SUV compactos fuera del asfalto, y estando como estamos en un pueblecito pesquero de la costa del Mar del Norte... ¿se os ocurre dónde los podríamos meter?
Bueno, de momento vamos a explorar lo que es habitual. Aceleración, frenada, estabilidad, velocidad... aunque en ese último apartado hoy no les vamos a pedir mucho a los coches. Correr, corren que se las pelan, eso está claro, así que vamos a ver qué les cuesta a cada uno de ellos llegar hasta el nivel de velocidad absurda... o algo menos. Con 150 km/h donde se pueda, voy que fascino.
Comenzamos con el 1.7 CDTI, que acelera con ese sonido característico de los diésel Opel, muy poco atenuado, muy evidente en cada una de sus combustiones. Si según la ficha este motor tiene el par máximo de 300 Nm entre las 2.000 y las 2.500 vueltas, a la práctica esa es la reacción que encuentras, ni más ni menos. Por debajo de 1.800 vueltas no le pidas alegrías. En resumen, lo llevo con la sensación de manejar un motor más que conocido. Nada nuevo bajo el sol. Que pase el siguiente...
Vamos con el gasolina 1.4 Ecotec, que gracias a su turbo respira fuerte desde las 1.850 hasta las 4.900 rpm y que da una reacción estupenda a bajas vueltas. Es posible llevarlo a regímenes tranquilinos y que el coche vaya tirando. Aunque teniendo ese arco tan amplio, si eres de pisarle tampoco te va a dar grandes sustos la prensa del embrague cuando metas una marcha habiendo sobreacelerado. Eso sí, la chica de la gasolinera seguro que se hará muy amiga tuya.
Para el caso, más que cifras de consumo, que están en la ficha del Opel Mokka y en una presentación como esta no hay manera humana de comprobar los datos comme il faut, vamos a echarle un ojo a esta gráfica que nos muestra el coche; es la versión gasolina. Todo el recorrido ha sido a baja velocidad, a no más de 50 km/h, y como se aprecia a simple vista tan posible es ser cautos con el acelerador como unos borrachos del pedal derecho. También es verdad que el Start&Stop ayuda.
En autopista el comportamiento dinámico del Opel Mokka es excelente. Se muestra estable en todo momento, ajeno al condicionante de su altura. La frenada de rigor, en este caso de 130 a 80 km/h de un patadón de delantero centro, es muy fiable. Una de las niñas bonitas de este coche es el departamento que se ha encargado de ajustarle los frenos del Zafira y del Astra, y me da que serían capaces de detener un Boeing 747 en mitad de la autobahn. Nosotros sólo somos unos aficionaos.
Aunque no nos metemos en ciudad, ciudad, los paseíllos que damos por los pueblecitos de la zona, las vueltas y medias vueltas que acostumbramos a pegar en busca de un lugar para hacer fotos y todas esas cosillas nos permiten comprobar que el Mokka se mueve con soltura. Quizá le haría falta algo más de giro para salir de algún embrollo, pero bueno, tiene un comportamiento más que correcto.
Y en cuanto a la carretera... ah, hacemos un alto en el camino. Vemos parte de la cacharrería que lleva incorporada y luego lo comentamos, que hay algo interesante que decir.
Sistemas de ayuda, 'infotainment' y demás cacharrería
El Opel Mokka incorpora dentro del Pack Tecno la tecnología Opel Eye of the tiger, que sirve para avisarnos de que estamos comiéndonos el carril del vecino, para alertarnos de una distancia de seguridad insuficiente o hasta con riesgo de colisión y para mostrarnos en pantalla las señales que va leyendo por el camino. Una cámara y un láser se encargan de la magia.
Dejando de lado los prejuicios que cada uno pueda tener por estos sistemas, lo cierto es que tanto en el caso del Opel Mokka como en el recientemente presentado Honda CR-V como en el caso del Ford Focus EcoBoost, por poner ejemplos análogos, son sistemas que van bien... cuando van.
Algo huele a verde en este terreno, y la impresión es, una vez más, que se lanzan unos sistemas de seguridad activa a los que les faltan por vencer demasiados condicionantes como para confiarles algo tan vital como es la seguridad de las personas. Si las marcas viales no están claras, no las leen. Aunque las lean, lo hacen cuando ya llevas un buen trozo de carril comido, las señales las leen, pero no todas ni siempre a tiempo. No es algo exclusivo del Mokka, cuidado: es una tendencia.
Pasemos a un punto menos sensible, pero que despierta el interés de no pocas personas cuando hablamos del Opel Mokka. El sistema de sonido. Que si tiene muchos botones, que si está demasiado repleto, que si ahí no hay quien se aclare... Bien, pues con las manos al volante hay que decir que el radioCD 400 es, de lejos, lo más intuitivo que he visto en tiempo. Aunque parezca una sotana.
¡Hala! ¿Sí? Pues sí. La parte izquierda de la botonera alberga los comandos más habituales, y la derecha queda para los residuales. Está diseñado como lo diseñaría mi suegra, que con los móviles siempre me acaba preguntando cuál es el botón para poner la cámara y cuál es el botón para ver los SMS. No hay manera de que entienda el concepto "menú". Y aquí, pues lo mismo: alguien ha tenido la feliz idea de eliminar menús cuando no son imprescindibles, que hay que conducir.
¿Quieres subir el volumen? Súbelo. ¿Quieres avanzar una canción? Adelante. Y así. Nada de "Vete a menú, entonces te desplazas por la pantalla, seleccionas la opción correcta..." y mientras buscas "OK" por ahí, ya te has hecho amigo íntimo del camión que viene de frente. Quita, quita...
Eso sí, cuando quieres variar la ecualización hay un menú normal y corriente, como en cualquier reproductor. El sonido que dan sus 6 altavoces no es el súmmum de la exquisitez, pero suena bien. Y echando mano de un poco de graves y agudos, se consiguen unos realzados que dan el pego. Si no estamos por la labor de manejar el ecualizador tribanda, siempre nos quedarán los presets. En cuanto a entradas, el sistema cuenta con USB y mini-jack de 3,5 mm.
Vamos ya con el navegador GPS. Aunque reconozco que me salen sarpullidos con todos ellos, el que incorpora el Opel Mokka, que se nutre de cartografía mediante una tarjeta micro-SD, está razonablemente bien. Orienta con tiempo suficiente, está bien calibrado y no se mosquea demasiado cuando le cambias los planes. Digamos que es ágil recalculando las rutas.
Bueno, es ágil recalculando las rutas... menos cuando haces como nosotros, que nos dedicamos a buscarle las cosquillas. Y nada, como nos dice que "fuera de la carretera", pues para fuera que nos vamos. ¡Al agua, patos!
¿Qué diferencia hay entre el FWD y el 4x4?
Respuesta obvia: el FWD transmite el par al tren delantero mientras que el 4x4 lo transmite a las cuatro ruedas. Vale, pues... no. Si el 4x4 es adaptativo o incluso predictivo, como en el caso que nos ocupa, de entrada hablamos de un sistema que evalúa una larga lista de parámetros para decidir en qué grado transfiere más o menos par al eje trasero, restándoselo al eje delantero. Si las condiciones de tracción son idóneas, el 4x4 se comporta como un tracción delantera.
En estas fotos vemos un claro ejemplo. El Mokka azul, que es diésel de tracción delantera, puede hacer el hipopótamo y meterse en la arena si esta se encuentra lo suficientemente compactada, como es el caso. El Mokka rojo, que es gasolina turbo con tracción integral, aquí está funcionando como un tracción delantera más. Ojo, no estamos haciendo off-road de verdad. De hecho, el deporte nacional en el pueblo ese es meterse con cualquier trasto a correr por la playa.
Pues vaya una chufa, diréis. Para eso me compro un FWD, un 4x2, un tracción delantera (si será por nombres...) y arreando. Pues... sí y no necesariamente. La cosa es que el desarrollo del Opel Mokka ha servido para poner a punto toda la estructura del vehículo, en especial el subchasis trasero, y cada versión, ya sea FWD o 4x4, tiene sus propios ajustes específicos.
Y... da la sensación de que el comportamiento está más afinado en el 4x4 que en el FWD. De hecho, uno de los puntos donde mejor se observa esa finura de comportamiento es lejos de la playa, en las carreteritas. Allí, el eje de torsión tubular que monta por delante de las ruedas traseras confiere al coche una mayor estabilidad sobre todo en el paso por curva. Y en la versión 4x4 se nota.
Por supuesto, en el 4x4 la tracción se va derivando hacia el eje trasero cuando el sistema detecta que pueden surgir problemas en función del grado de inclinación del vehículo, de su aceleración lateral y longitudinal, del ángulo de la dirección, de la velocidad de las ruedas, de la posición del pedal del acelerador o de las revoluciones y par del motor. Por eso decía lo de predictivo, aunque también es adaptativo. Si hay deslizamiento en el tren delantero, el sistema interviene y deriva par al tren trasero.
¿Cuál es el punto a favor? Que circulando por una carretera cualquiera, si el sistema detecta algún indicio de pérdida de tracción transfiere par al tren trasero en función de las necesidades hasta llegar al 50 % entre ambos ejes, y esto se nota cuando aceleramos rápidamente, por ejemplo al salir de un Stop con el suelo mojado, o cuando tomamos curvas rápidas.
Conclusión: Si Opel prevé para el Mokka unas ventas en España del 80 % en diésel y del 85 % en tracción delantera, yo pertenezco al grupo de los frikis minoritarios. Visto lo visto en estas horas que han durado la presentación y la doble miniprueba realizada con el Opel Mokka, el gasolina 1.4 Ecotec Turbo 4x4 le da bastantes vueltas a su hermano petrolero.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión | Opel Mokka, presentación y prueba en Hamburgo (parte 1), Opel Mokka