El año pasado el Nissan Murano recibió un auténtico empujón para sus ventas en Europa, el motor turbodiesel. Anteriormente solo tenía disponible el motor 3.5 V6 de 256 caballos, que con su consumo de 10,6 l/100 km no era lo más adecuado para nuestro mercado. Cuando llegó el diesel, fue distinto.
A día de hoy, el Murano 2.5 dCi supone el 90% de las ventas, le pasa lo mismo que al Mazda CX-7, fue llegar el diesel y subir de ventas. Le pese a quien le pese, a estos coches les pega más el motor de gasóleo salvo que el dinero no sea problema en un amplio sentido de la palabra.
Antes de seguir hablando de motores, tenemos que ver algunos cambios que ha sufrido el gran crossover recientemente. No hay cambio en los motores, más bien es una puesta a punto estética y de equipamiento muy leve. De paso, hemos conducido brevemente la versión turbodiesel.
Motor 2.5 dCi (YD25)
Ese motor, de 190 CV, es una evolución del motor que usaba el Pathfinder que probamos hace unos años. Con cuatro cilindros y tanta cilindrada, no es a bote pronto un motor muy suave, o al menos en teoría. En la práctica, he de admitir que tenía una visión muy prejuiciosa y he tenido que recular.
En el Pathfinder, el motor 2.5 dCi (modelo 2007) es tosco a niveles de camión pequeño: ruidoso, áspero, bruto… pero bueno, para mover dos toneladas de SUV y tener agilidad en el campo pues se desenvuelve. Fue profundamente revisado para casar con el Murano, que es un SUV crossover de orientación Premium, porque sin motor diesel no se comía un rosco.
Con este motor, consume 8 l/100 km de gasóleo, con cambio automático de seis velocidades de convertidor de par y tracción total. Alcanza 196 km/h y acelera de forma muy decente a 100 km/h en 10,5 segundos. Equivale a un compacto de unos 120 caballos, su peso en vacío de 1,9 toneladas es lo que tiene.
A los tanques coches tan grandes una potencia en torno a 200 caballos les viene genial. Ni son demasiado rápidos, ni son torpes. Y lo cierto es que este motor le viene como un guante. El consumo es soportable y las prestaciones son más que adecuadas. Acelera de forma ágil, dentro de lo que cabe.
Pensaba que el motor tendría un aislamiento parecido al Pathfinder, y lo cierto es que no tiene nada que ver. Casi parece ser un V6, el sonido y las vibraciones están tremendamente disimuladas. Incluso cuando estamos parados, con el cambio en “D”, la rumorosidad es contenida.
Acelerando fuerte va a sonar a diesel, obviamente, pero conduciendo con suavidad y sin prestar mucha atención, lo cierto es que no es nada desagradable, incluso para quien odie el diesel. Me rindo a la evidencia, el trabajo de meter el motor en su vano y civilizarlo ha ido muy bien. Enhorabuena, Nissan.
Solo pude conducirlo durante unos 15 kilómetros, no hubo tiempo para más, y fue en el entorno de Málaga y Torremolinos, casi todo el rato en zona urbana. El consumo que me salió de 9,5 l/100 km no me parece nada exagerado considerando el vehículo del que estoy hablando. La unidad de pruebas no había terminado el rodaje, y estuvo al ralentí unos tres minutos seguidos.
El cambio es suave y no pega tirones, está hecho a la americana, como todo el coche. No hay levas tras el volante para cambiar, pero permite el manejo secuencial con la caja de cambios. No tiene modo invierno ni complicaciones de ningún tipo. Sota, caballo y rey. No tiene versión de cambio manual.
Con el motor de gasolina VQ35DE el cambio es CVT, pero el diesel usa convertidor de par. Es un poco lento de reacciones, pero no es un deportivo. No en vano ha de pelearse con los 450 Nm a 2.000 RPM del motor 2.5 dCi. Por cierto, la versión diesel pesa más que la gasolina V6, entre 70 y 100 kg de diferencia.
Cambios en el Murano 2012
En el exterior, encontramos dos colores nuevos metalizados, blanco y azul, y un nuevo diseño de llantas de 18 pulgadas. En la parte trasera encontramos nuevas ópticas con LED que se parecen a las del Qashqai. También puede tener llantas de 20 pulgadas, aunque lo acarreaba de antes.
Por dentro es donde los cambios adquieren relevancia. Los paneles de las puertas van forrados en piel, como los asientos y el efecto costura se ha cambiado por pespuntes color plata. La instrumentación es diferente, se cambia el sosísimo naranja por el blanco, mucho más elegante. La grafía de los relojes también es nueva.
En la consola central el marco ya tiene el mismo color que el resto del salpicadero. Si nos vamos a la zona trasera, el equipo de DVD opcional deja de estar en el techo, y pasa a colocarse tras los reposacabezas delanteros. Y por lo demás, es lo mismo que el modelo del 2010.
Consulta los cambios comparando fotos de los modelos 2007, 2010 y 2012.
Impresiones del interior
El Murano se nota a la legua que es asiático en algunos detalles, como la cantidad de equipamiento, el tipo de plásticos, componentes que se ven en otras marcas japonesas o surcoreanas, etc. Pero es un coche más hecho para el mercado de Norteamérica o el de Rusia —donde es muy popular— que para el gusto Premium europeo.
Casi puede colar como tal. Vale, puede tener tapicería de cuero, mucho aislante, sistema de sonido BOSE con 11 altavoces, asientos calefactados en las dos filas, navegación GPS Nissan Connect Premium, materiales de buen aspecto… pero si le tocamos las cosquillas, aparecen detalles de coche barato.
Por ejemplo, si se gira la dirección en determinado ángulo, queda a la vista la pieza anterior al volante, con un precioso tornillo negro sin disimular y rebabas de plástico que no encajan. Casi, Nissan, casi cuela. Un ojo bien entrenado puede darse cuenta de que no es tan Premium como aparenta ser. También habrá a quien le dé igual.
Pero hay que reconocer que el ajuste eléctrico del volante, o el plegado eléctrico de los asientos traseros sin esfuerzo, o la variedad de tonos del interior le da puntos. Es más barato que un Audi Q7 y similares por algo. Hasta el full equipe sale más barato que el Audi básico.
Tiene un andar cómodo, y aunque no me he metido con él por el campo, tiene pinta de ser agradable. Si se compara con por ejemplo un Kia Sorento 2.5 CRDI de primera generación, pues hay una diferencia muy amplia, pero en un sentido muy muy general. Hasta tomando rontondas se nota.
Se vende en tres niveles de equipamiento: Acenta, Tekna Sport y Tekna Premium. Como no hay gasolina Acenta, pues el más barato es diesel, con lo cual no hay que echar números. A igualdad de equipamiento, sigue siendo un poco más barato, así que la razón dice “2.5 dCi” sin género de dudas.
Puede tener un equipamiento muy completo. La unidad mostrada tiene llantas de 20”, navegador GPS, disco duro interno, asientos en piel eléctricos y calefactados, cristales tintados, luces de xenón, techo solar, espejo interior electrocrómico, climatizador bizona, inspirador de miedo en retrovisores ajenos, etc.
La versión pata negra no llega a 60.000 euros en ningún caso. Como siempre, casi todo es de serie y casi nada es opcional, típico de los asiáticos. En sus rivales Premium pueden ponerse suficientes opciones como para que suba de precio otros 20.000 a 30.000 euros. Solo la imaginación del comprador pone límite a eso.
No obstante, la diferencia en precio de los SUV Premium pues también tiene su razón de ser, pero eso se aprecia en función de lo abultada que sea la cuenta corriente. Es una alternativa sana a todoterrenos menos domesticados como el Toyota Land Cruiser o el Mitsubishi Montero, más pensados para ir por el campo.
El Murano tiene tracción total conectable, no permanente, mediante el sistema All-Mode 4×4-i. Normalmente funciona como un tracción delantera, pero el reparto de par es dinámico en función de la adherencia. Se puede forzar un reparto 50/50 entre ejes hasta 80 km/h si las condiciones de adherencia son malas.
La marca no nos proporciona ángulos, ni cotas. No puede tener muchas asistencias en todoterreno, ni suspensión regulable, ni reductora, ni otras chucherías que sí pueden tener sus rivales. Está más hecho para carretera, por eso Nissan lo llama crossover. Ojo, que si queremos un todoterreno más rudo, tenemos al Pathfinder, el Patrol ya no se vende.
Poco más os puedo contar de una toma de contacto de 20 minutos, y los cambios no dan para enrollarse más. Tal vez más adelante os contemos más sobre este modelo. Desde luego es una opción a tener en cuenta si buscamos un coche grande con pinta de todoterreno, y con una estética que no deja a nadie indiferente, para bien o para mal.
Precios del Nissan Murano
El Murano paga un 14,75% de IM en cualquier versión en toda Península y Baleares, excepto Andalucía, Asturias y Cataluña, que tributa a un 16%. En Ceuta, Melilla y Baleares tributa al 13,75%. En el peor caso, estamos pagando un 32% de impuestos. Los precios a continuación son los del primer grupo.
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Murano 2.5 dCi Acenta – 43.556 euros
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Murano 2.5 dCi Tekna Sport – 47.594 euros
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Murano 2.5 dCi Tekna Premium – 48.603 euros
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Murano 3.5 V6 Tekna Sport – 48.099 euros
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Murano 3.5 V6 Tekna Premium – 51.934 euros
Para los Tekna Sport hay dos opciones, las llantas de 20” y el techo solar con altavoces BOSE. Respecto a los Tekna Premium, solo es opcional el DVD en los reposacabezas de los asientos delanteros. Para toda la gama, pintura metalizada por 808 euros más. No hay más opciones.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.