El aspecto exterior del Audi TT RS Roadster tiene la dosis justa de detalles deportivos para diferenciarlo de un TT normal. Además en esta versión Roadster, Audi sigue optando por la capota de lona, una opción más ligera que los techos duros retráctiles, no roba demasiado espacio del maletero y permite mantener el estilo de los cabrio clásicos.
La capota de lona del Audi TT RS Roadster permite además hacer la maniobra de capotado y descapotado mientras no se superen los 50 kilómetros por hora, algo complicado en el caso de un coche de 340 caballos como este.
Cuando rodamos descapotados, la capota se esconde de forma armónica tras los arcos de seguridad traseros, y otro punto a favor en el Audi TT RS Roadster es que de serie lleva un deflector de aire que se puede subir o bajar de forma eléctrica son solo pulsar un botón situado entre ambos asientos. La capacidad del maletero es la misma con o sin capota, es de 250 litros.
Y ya que estamos hablando de los asientos, una mención aparte merece el interior del Audi TT RS Roadster. Personalmente considero que la configuración de la unidad de pruebas tenía todo lo que se puede esperar de un deportivo de este estilo.
Los asientos de serie son muy deportivos, pero en este caso se habían sustituido por unos baquet de espectacular diseño, que sujetan el cuerpo a la perfección y evitan movimientos incómodos cuando se rueda como se puede rodar en el TT RS, muy rápido.
Estos asientos son los mismos que pueden llevar otros modelos de Audi, como el R8 o el S3, aunque en caso de optar por ellos, la personalización salta a la vista. Si alguien decide gastarse los 3.625 euros que cuestan los baquet, recibirá estos con la inscripción TT RS en los reposacabezas. Además incorporan una llamativa y discreta tapicería de piel en la que las partes centrales del asiento están marcadas con las letras TT micro perforadas, a juego con los tapizados de las puertas.
Se trata de una solución que nunca había visto hasta el momento, y con la que se consigue darle al coche un aspecto de lo más atractivo y personal.
La unidad de pruebas llevaba además el navegador completo con sistema de lectura de tarjetas SD, un extra de 2.510 euros que le da al salpicadero del coche un aspecto más atractivo que la radio normal, además de que su funcionamiento es muy intuitivo.
El equipo de altavoces opcional estaba firmado por Bosé, y cuesta 760 euros. Hay que decir que la calidad de sonido es muy buena, pero sinceramente en este coche yo prefería escuchar el sonido del motor que cualquier música.
Entre los asientos delanteros hay huecos para dejar dos latas, los huecos de las puertas son amplios y además tras los asientos hay hueco para llevar otros objetos.
Cuando empecé a escribir la prueba de este Audi TT RS dije que no entendía muy bien porqué la gente había comparado tanto el Nissan 370Z con el Audi TT RS en los comentarios de la prueba del primero. Después de haberlo conducido durante una semana y haber disfrutado al volante, estoy seguro de que todos los que comparaban ambos coches lo hacían sin haberse subido a un TT RS.
El interior del Nissan 370Z es cómodo, amplio y tiene un equipamiento de lo más completo para tratarse de un coche que cuesta menos de 45.000 euros. Pero lo cierto es que en el Audi TT RS se percibe una calidad completamente distinta en todos los materiales, empezando por los plásticos de las puertas y el salpicadero y siguiendo por los tapizados y los mandos que permiten poner el coche al gusto de cada uno.
El Audi es un coche “Premium”, y en este caso concreto he de decir que la diferencia entre un modelo y otro se nota mucho, y más si la unidad de pruebas viene equipada con todo tipo de lujos como es el caso de esta del Audi TT RS Roadster, que llevaba en el interior más de 7.500 euros en extras.
El Audi TT RS Roadster en marcha
Lo mejor del Audi TT RS Roadster llega cuando pisas el embrague y giras la llave de contacto. Aunque es la “pijada” de moda entre los deportivos de última generación, el TT RS ha sabido mantenerse al margen y evitar el botón, aunque si que está disponible en otros modelos de la marca.
El Audi TT RS lleva un motor de cinco cilindros, algo que puede parecer poco habitual en Audi ya que ningún otro modelo de la gama actual incorpora este motor.
Pero lo cierto es que en la década de los 80 los motores de cinco cilindros se utilizaron en muchos modelos Audi, algunos en versión diesel y otros de gasolina. Estos motores estuvieron presentes durante muchos años en la gama Audi, y alcanzaron su máximo desarrollo en versiones de carreras como el Audi Sport Quattro S1 pilotado por Walter Röhrl en Pikes Peak, que desarrollaba 600 caballos que salían de un motor de cinco cilindros.
A mediados de los años 90, Audi fue abandonando los exitosos motores de cinco cilíndros para dejar paso a los V6, aunque la aparición del Audi RS3 en 1994, con un motor de cinco cilindros de 315 caballos, supuso la guinda final para estos motores.
Pero bueno, dejemos a un lado la historia para contaros que es lo que esconde el motor 2.5 turbo del Audi TT RS, ese que es capaz de catapultar la versión Coupé de 0 a 100 kilómetros por hora en solo 4,6 segundos (4,7 en la versión Roadster).
Tras haberlo probado durante una semana en todo tipo de condiciones, he de decir que este motor es uno de los más avanzados que he probado en mi vida, y me atrevo a decir que es un rival que le va a poner las cosas muy difíciles al seis cilindros y tres litros twin turbo de los BMW.
Continuará...
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