¿Qué le pasa a la gente en los puertos? Este coche aparcado en el de Camariñas ha acabado dándose un baño en el mar

¿Qué le pasa a la gente en los puertos? Este coche aparcado en el de Camariñas ha acabado dándose un baño en el mar
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Lo de aparcar el coche en el puerto no siempre sale bien. Y si no que se lo digan al dueño de este pobre SEAT Altea que ha terminado hundido en el mar en uno de Galicia.

No ha sido el primer coche que sufre estragos este verano en un puerto gallego: el de este turista murciano, que aparcó en una rampa del de Muros, terminó medio sumergido tras subir la marea. Pero este directamente ha acabado destrozado tras pasar largas horas bajo el mar. Un día han tardado en rescatarlo.

No, no parece que haya sido un turista

Ocurrió ayer en el puerto de Camariñas (A Coruña). Un martes 13 que el propietario de este SEAT Altea no olvidará en su vida. Lo estacionó allí y, en unos segundos, su coche acabó precipitándose al mar.

Aún no se ha podido determinar la causa, pero según publican medios locales como La Voz de Galicia, pudo ser un despiste y que se olvidara poner el freno de mano. Sea como fuere, estando el firme algo inclinado, el coche rodó hasta el borde del muelle, cayendo primero sobre un barco allí amarrado.

En uno de los vídeos publicados, vemos como entre dos personas intentan sujetarlo, pues aún la rueda trasera estaba sobre tierra firme. Fue tarea imposible: el barco comenzó a alejarse del muelle bajo el peso del coche, que terminó por caer al agua. La embarcación también sufrió daños.

Por lo que se deduce de los comentarios de esta publicación del usuario JM Ferreiro en Facebook, que lo ha documentado con varias fotos y un vídeo en el que vemos al coche hundirse, esta vez no se trataba de un turista sino de un residente de la zona.

Y es que este verano el debate sobre turistas y su poco respeto por las normas está más vivo que nunca, en especial en Galicia. Buen ejemplo es el del mencionado murciano que estacionó donde no debía en el puerto de Muros. Era un coche de alquiler y le arruinó las vacaciones.

Sacar el coche del fondo del mar ha llevado su tiempo: al Altea lo han rescatado hoy grúa mediante y con la ayuda de buzos. La trasera tenía el guardabarros colgando, varios cristales rotos... además el maletero se abrió al sumergirse porque la luna trasera se rompió mientras caía, así que el interior también ha sufrido evidentes daños. Además de la mecánica, claro.

Afortunadamente todo ha quedado en pérdidas materiales y no hubo que lamentar males mayores. Habría sido fatal si hubiera habido ocupantes o algún animal dentro.

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