¿Quién no ha tenido un día con una agenda un poco apretada y le ha pisado de más al acelerador del coche? Me atrevo a decir que es una situación que nos ha pasado a todos o a casi todos, y recientemente le ha pasado también al Presidente de la Junta de Extremadura Guillermo Fernández Vara.
Esta semana han cazado a su coche oficial y al de sus escoltas a 170 kilómetros por hora por una autovía de su Comunidad Autónoma, y el propio Fernández Vara ha asumido su parte de culpa aunque no era el sino su chofer quien iba al volante.
El ha afirmado que es responsabilidad suya organizar una agenda y cumplirla que no obligue a pisarle de más al acelerador para llegar a los compromisos oficiales, tal y como ha ocurrido en esta ocasión. Al chofer le caerán entre 300 y 400 euros de multa y la correspondiente pérdida de puntos, un problema para alguien que se dedica precisamente a conducir como parte de su profesión.
Sinceramente no considero que ir a 170 kilómetros por hora en un Audi A8 4.2 Quattro por una autovía sin apenas tráfico sea motivo de generar una noticia, pero tratándose del coche de quien se trata está claro que la polémica está servida.
Los radares en su gran mayoría están colocados en nuestro país con afán única y exclusivamente recaudatorio, en puntos dónde apenas se producen accidentes y rectas kilométricas dónde hay más posibilidades de “cazar” a los que le pisan al coche. Eso es una realidad por mucho que Pere Navarro quiera negarlo, pero evidentemente de algo se tienen que nutrir las arcas del Estado y más en época de crisis. Así que ahora tendrán entre 300 y 400 euros más en sus arcas gracias a la agenda apretada de Guillermo Fernández Vara.
Vía | El Periódico de Cataluña
