Curiosa la forma que tienen en Francia de celebrar el año nuevo. Mientras aquí en España nos tomamos las uvas, bridamos con cava y nos emborrachamos hasta tomar un chocolate con churros que en muchos casos acaba vomitado en una esquina unos minutos después, en el país vecino lo celebran...quemando coches.
Al menos eso es lo que interpreto después de leer los datos del número de coches quemados durante la Nochevieja de los dos últimos años en Francia. Según ABC, en 2013 fueron en total 1.193 coches los que ardieron en Francia durante la primera noche del año, este año han conseguido rebajar el número a unos nada despreciables 940 coches.
El Ministro del Interior francés ha anunciado ese descenso del 12% en el número de coches quemados con relativa alegría, ya que supone un punto de inflexión en la tendencia alcista de los últimos años desde que allá por el 2005, los franceses, especialmente los del este y los suburbios de París, comenzaron a quemar coches para celebrar la llegada del año nuevo. Vale que los coches alemanes, británicos y españoles son, por norma general, infinitamente mejores que los franceses, pero de ahí a quemarlos hay un paso. Esperamos con anisas los números del próximo año.
